Tema: selección Nacional
Por Navarro Pérez Luis Alberto
El puro de Cuauhtémoc
Cuauhtémoc Blanco fumó, tomó y se trasnochó. Todo lo hizo en la concentración de la selección mexicana de cara al mundial de Sudáfrica 2010. Y la polémica empezó a gestarse, aunque un poco tibia. Afortunadamente para él y para quienes debían ejercer la crítica los focos de atención se fueron con el melodrama de Zizinho y sus Dos Santos (Jonha y Gio).
Pero, a pesar de que le exclusión de Jonathan Dos Santos fue la noticia que llenó los medios, lo de Blanco y su cigarro fue medianamente discutido.
Algo pasó por los comunicadores, deportivos o no, que ninguno se atrevió a ejercer un fuerte juicio (argumentado o no) en contra de quien han señalado como el referente del equipo tricolor.
No todos criticaron de igual forma. Hubo quienes justificaron a Cuauhtémoc y señalaron que lo sucedido no era para escandalizarse pues era una forma de distraerse y sacar la enorme presión que tienen sus “pies”. De igual forma, creo que no es algo para exagerarse, pero, en el reglamento interno de la selección no se aprueban este tipo de conductas. Más allá de si está bien o no aquí lo importante es que está prohibido. Existe un reglamento el cual ellos aceptaron y la presión que tiene es como la de todos los jugadores que asistirán al mundial. Incluso existen estrellas de mayor renombre y más presión.
Si Maradona entrenará a México no habría mayor problema. El seleccionador argentino señalo que no prohibirá a sus jugadores el sexo y el internet durante la justa. Con el pelusa un cigarro sería poco menos que nada. Pero esta selección no es la argentina y el técnico es Javier Aguirre.
Para quienes de alguna u otra forma reprobaron a Cuauhtémoc la situación no cambia mucho. Sus juicios fueron tibios.
Para hablar de Blanco la crítica fue cordial, nadie exigió abiertamente un castigo, sólo reprobaron la acción. Quizás la actitud hubiese cambiado si el fumador fuera Adolfo Bautista o Jorge Torres Nilo (el primero no es muy querido en los medios, el segundo le falta renombre).
Ni siquiera los directivos de la Federación Mexicana de Futbol se atrevieron a condenar los actos. Y muy a pesar de que fueron ellos quienes armaron el reglamento. El más “duro” se limito a decir que evaluarían si lo de Blanco era un acto merecedor de sanción.
Como sea lo mejor que le paso a este caso fue el enojo de Zizinho y los desaires de la selección a el más joven de los Dos santos. Ya todo quedó en el olvido, o mejor dicho, se esfumo como humo de cigarro.
1 comentario:
Cuauhtémoc Blanco sigue siendo increíblemente uno de los jugadores más importantes de la selección mexicana. Lo ha demostrado en el último partido del TRI contra un conjunto italiano un poco más distraído de lo habitual. Como quiera que disfrute de las drogas legales en sus ratos de ocio, parece conservar cierta sobriedad en la cancha.
Es igualmente probable que el presentimiento de su retiro le invite a tomar la actitud que es referente en
muchos de los grandes deportistas. Una etapa de decadencia como despedida. Ya tienen al pelusa como ejemplo. Habrá que esperar poco tiempo para observarlo siquiera veinte minutos en cualquier partido mundialista colocando un pase tan preciso.
En fin, al parecer los despidos le funcionaron como perfecta pantalla para tomarse una o dos noches libres. Pero, desde luego, debería de sujetarse a las normativas del plantel.
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