El programa del 30 de mayo expone a un hombre “disfrazado” de Elba Esther, el hombre se presenta en el estudio para ser entrevistado por Jairo Calixto. Jairo, vestido de blanco y con una seriedad, que ciertamente no le caracteriza, expone el interés de Política Cero de formar parte de los acontecimientos políticos, y por esa razón, tener en cuenta a los actores que en ellos participan.
Elba Esther, presidenta vitalicia de uno de los sindicatos más fuertes y grandes de nuestro país: el SNTE, una de las mujeres más poderosas de la política mexicana es presentada en el programa como una mujer sosa y sin cultura.
La entrevista se lleva a cabo a partir de las características superficiales de la líder del SNTE, como resaltar su problema para pronunciar palabras, o su baja o nula cultura (entendida en el sentido de conocimiento). Aspectos, que sin duda cualquier tipo de público podría reconocer a partir de lo que los medios comunes transmiten.
La vulgarización de los personajes de la política mexicana es un lugar común en Política Cero, sin embargo, no se le presta singular atención para guiar esa sátira hacia algún lado, pues la falta de información en el contenido del programa en general, produce que no exista en serio entendimiento de lo que se dice.
Finalmente, la falsa entrevista, se volvió como una dupla de Jairo y otro personaje que comentaron chuscamente, los acontecimientos sucedidos en nuestro país durante las últimas semanas, y de vez en cuanto se tocaban temas relacionados con el SNTE.
1 comentario:
La política mexicana se ha caracterizado por una falta de interés y seriedad cada vez más visible. Por un lado se encuentran todos nuestros gobernantes que ciertamente poco de cultura pueden presumir y por el otro los encargados de “informar” y analizar la situación nacional, con producciones dirigidas a los ciudadanos.
Sucede que ambos extremos se inundan de una falta de seriedad inmensa. ¿cómo tomar conciencia de las realidades en los distintos sectores, sea político, económico, social o religioso, de la vida diaria del país cuando se muestran sátiras igualmente penosas con el objetivo de “criticar” ciertos aspectos que molestan?
Lo idóneo sería darle la importancia debida a problemas reales, con un tratamiento serio. Política Cero, hace honor a su nombre, aunque también debería llamarse “Análisis cero” y de cierta forma “Interés cero”. En fin, habrá a quien le agrade la programación. El ciudadano no sólo debiera de exigir funcionarios eficientes, sino también una programación de calidad, espacios en los que se aborden temas interesantes con investigación de calidad, a fondo. No lo digo por la aparición de “ester” en Política Cero, sino por todos los productos televisivos envestidos de “mesa de debate”, en los cuales no se trata nunca un tema con las suficientes bases.
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