Iveth Gutiérrez Ramírez
Ha iniciado la promoción del virtual candidato priista a la goberatura de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, quien sin una designación oficial ni clara, ha tapizado la ciudad con espectaculares donde destaca su fotografía, y ha llenado la programación en radio y televisión con una exagerada transmisión de spots presentándolo como el único legislador con licencia para iniciar una campaña política; claro, todo esto después de quitar, virtualmente a Héctor Yunes Landa como el único rival tricolor para dicho puesto.
Toda la publicidad cuenta con el slogan "Para adelante", donde sólo cambia el sector pretende impulsar (educación, industria, energía) o el mensaje principal del anuncio, dirigiéndose a los diversos grupos sociales del estado. Pero no sólo son los espectaculares o los medios audiovisuales; prensa e Internet no se han quedado atrás, igualando el nivel de cobertura del candidato, dedicándole casi la mitad de las publicaciones, y mencionándose en miles de sitios de Internet, locales en su mayoría.
Ante semejante campaña, todos se preguntan qué espera el Instituto Electoral Veracruzano para actuar, pues debido a la gran cantidad de problemas, algunos especialistas cuestionan la capacidad de dicho órgano para llevar a cabo con éxito las elecciones de este año, donde se renovarán gobernatura, congreso local y los 212 ayuntamientos. Primero, irregularidades en la elección de sus consejeros, después los excesos en gastos y salarios de sus funcionarios, así como con el mediocre trabajo en la capacitación de sus funcionarios electorales cuando algunos llegaron con las respuestas del examen.
Ahora, cuando el instituto puso como límite 7 millones 281 mil 233 pesos en gastos de precamapaña en el caso de los contendientes a gobernador, es imposible que actúe cuando Duarte de Ochoa ha gastado 1.5 veces dicho presupuesto, todo en exagerar y saturar a los electores con su imagen.
Por otro lado, la campaña del virtual candidato priísta, podría tener serios problemas con su discurso de campaña; pues tanto no puede alabar de sobremanera la administración en la que ha participado, como tampoco puede criticarla de todo, ya que cualquiera de las dos formas implicaría una ruptura; además de no poder mantener su campaña en críticas al gobierno federal porque entonces obtendría un discurso sin propuestas claras para los veracruzanos. Y es en este punto, donde Duarte de Ochoa podría definir su verdadera convicción y compromiso con los veracruzanos; siendo justo e imparcial con ambos regímenes.
La elección sigue siendo noticia diaria en la entidad, pero ahora sólo queda esperar que sigue, tanto en el terreno priista como con los demás partidos, quienes aún no destapan a sus posibles candidatos.
Ha iniciado la promoción del virtual candidato priista a la goberatura de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, quien sin una designación oficial ni clara, ha tapizado la ciudad con espectaculares donde destaca su fotografía, y ha llenado la programación en radio y televisión con una exagerada transmisión de spots presentándolo como el único legislador con licencia para iniciar una campaña política; claro, todo esto después de quitar, virtualmente a Héctor Yunes Landa como el único rival tricolor para dicho puesto.
Toda la publicidad cuenta con el slogan "Para adelante", donde sólo cambia el sector pretende impulsar (educación, industria, energía) o el mensaje principal del anuncio, dirigiéndose a los diversos grupos sociales del estado. Pero no sólo son los espectaculares o los medios audiovisuales; prensa e Internet no se han quedado atrás, igualando el nivel de cobertura del candidato, dedicándole casi la mitad de las publicaciones, y mencionándose en miles de sitios de Internet, locales en su mayoría.
Ante semejante campaña, todos se preguntan qué espera el Instituto Electoral Veracruzano para actuar, pues debido a la gran cantidad de problemas, algunos especialistas cuestionan la capacidad de dicho órgano para llevar a cabo con éxito las elecciones de este año, donde se renovarán gobernatura, congreso local y los 212 ayuntamientos. Primero, irregularidades en la elección de sus consejeros, después los excesos en gastos y salarios de sus funcionarios, así como con el mediocre trabajo en la capacitación de sus funcionarios electorales cuando algunos llegaron con las respuestas del examen.
Ahora, cuando el instituto puso como límite 7 millones 281 mil 233 pesos en gastos de precamapaña en el caso de los contendientes a gobernador, es imposible que actúe cuando Duarte de Ochoa ha gastado 1.5 veces dicho presupuesto, todo en exagerar y saturar a los electores con su imagen.
Por otro lado, la campaña del virtual candidato priísta, podría tener serios problemas con su discurso de campaña; pues tanto no puede alabar de sobremanera la administración en la que ha participado, como tampoco puede criticarla de todo, ya que cualquiera de las dos formas implicaría una ruptura; además de no poder mantener su campaña en críticas al gobierno federal porque entonces obtendría un discurso sin propuestas claras para los veracruzanos. Y es en este punto, donde Duarte de Ochoa podría definir su verdadera convicción y compromiso con los veracruzanos; siendo justo e imparcial con ambos regímenes.
La elección sigue siendo noticia diaria en la entidad, pero ahora sólo queda esperar que sigue, tanto en el terreno priista como con los demás partidos, quienes aún no destapan a sus posibles candidatos.
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