perdimos...Pero...jugamos bien.

Pedimos...Pero…jugamos bien.

Tema selección nacional

Por Navarro Pérez Luis Alberto

Inicio la gira por Europa. Y México fue derrotado con un marcador de tres goles a uno por la selección de Inglaterra. En un partido que puede ser clasificado de normal, el conjunto mexicano y el ingles mostraron sus niveles rumbo a la copa del mundo.

No me interesa hacer un análisis sobre la forma y estilo de juego de los dos equipos, para eso existen ya numerosos analistas que pueden, con su estilo, desglosar el accionar del partido. Incluso uno como aficionado puede hacerlo de dos formas con la razón o con el corazón.

Lo que me interesa son las declaraciones en el transcurso del partido y después de él. El grueso de los televidentes ven el partido por televisa o TV Azteca. Durante el partido, en el primer tiempo, las dos televisoras coincidían en el buen juego de México, incluso lo señalaron como superior a su contrario pero señalando la falta de definición como el problema mortal.

Al finalizar el primer tiempo y con un dos a uno desfavorecedor al tricolor las palabras de los comentaristas fueron en el sentido de que México fue superior pero el marcador no correspondía con ello.

Ya en el segundo tiempo y con un tercer gol encima los ánimos no decaían, nunca dejaron de señalar la falta de contundencia en el arco rival pero siempre puntualizando el buen juego de México y lo complicado del rival. Por ahí el Perro Bermúdez dijo que era vergonzoso no tener definición, pero cuando el equipo tuvo un cierre decoroso, con llegadas al arco rival Bermúdez no volvió a retomar su declaración y se dedico a magnificar con su voz cualquier arribo.

Ya después del partido los comentarios sobre el mismo llevaban una misma línea: todos hicieron visible la derrota y los desaciertos de México, pero todos, en su primera expresión, también señalaron que el juego no fue malo, y siempre destacaron algo bueno del Tri.

Al armar de esa forma su discurso buscan transmitir en los receptores el sentimiento de optimismo a través de la señalización de lo rescatable. Decir: se perdió PERO jugamos bien (por poner un ejemplo de todas las frases hechas) deja la sensación de esperanza, más allá de señalar lo sucedido da píe a seguirse ilusionando.

Desafortunadamente jugando bien no se ganan los partidos y mucho menos se cambia la historia de un momento a otro solo con la esperanza. Se necesita de un gran trabajo, empeño y dedicación, pero sobre todo, enfocando al equipo a la real superación futbolística y no solo la comercial.