El 27 de Mayo Omar Al Bashir retomó la presidencia de Sudán con uno de os mayores retos dentro de la región, la paz en la región de Darfur es aún inestable y las aspiraciones de separación del estado del Sur no parecen encontrar consenso en el gobierno de Jartum, quien aspira mantener la unificación del país africano.
Las aspiraciones de independencia del sur de Darfur parecen complicadas, Al Bashir por su parte ha dicho que enfrentará la situación y respetara la decisión de sus ciudadanos que para enero del 2011, los sudistas deberán pronunciarse por referendo sobre la autonomía de su región, según el acuerdo de paz de 2005 que puso término a una de las más largas y mortíferas guerras del África, entre el Norte y el Sur de Sudán. Sin embargo cabe destacar, que, por muy imparcial que parezca pronunciarse el presidente Al Bashir, el Congreso Nacional dice querer mantener la unidad del país, entonces no se conoce bien la postura del gobierno de Sudán.
Uno de los factores claves para que ocurra la separación territorial de Sudan norte y sur se debe a la detención después de las elecciones de uno de sus miembros, el islamista Hassan Al-Turabi, los sudistas no tienen otra opción que la separación. Cabe señalar que tal separación más allá de dar paz a sus habitantes, conlleva mayor conflicto, como lo hacen notar algunas declaraciones:
"Los nordistas no van a renunciar al petróleo pero los sudistas no resistirán a querer gobernarse solos", estimó Abdel Moneim Suleimán, activista de la oposición, recordando que los mayores yacimientos petrolíferos se encuentran en el sur.
Al Bashir se enfrenta a un territorio que pretende dividirse en dos en el contexto de que él propio presidente es acusado por cometer crímenes de guerra, la decisión de que Sudan del sur sea independiente será una decisión complicada e incluso será difícil la misma ocurra en el marco de la democracia y legalidad.
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