Anticipándose a cualquier contingencia, la familia de Diego Fernández de Cevallos ha “acudido a militares retirados de alto rango, expertos en temas de guerrilla urbana y rural, para que presenten asesoría ante una eventual responsabilidad de ese tipo de grupos en el plagio”.
Llama la atención, desde luego, la apertura a esta posibilidad ¿dónde se encuentra el “jefe” Diego? Nadie lo sabe. ¿Puede tratarse, en efecto, de un plagio realizado por un grupo guerrillero? En ese caso ¿cuáles serían sus objetivos?
Nunca fue más difícil saberlo, sobre todo porque como se asegura en el diario Reforma, Antonio Lozano, en su papel ahora de negociador y vocero de la familia de Diego, ha pedido a los medios electrónicos la no difusión de la información sobre el secuestro como condición para la apertura de la negociación. Hasta el momento, sin embargo, ningún grupo ha contactado con la familia.
Llama la atención, desde luego, la apertura a esta posibilidad ¿dónde se encuentra el “jefe” Diego? Nadie lo sabe. ¿Puede tratarse, en efecto, de un plagio realizado por un grupo guerrillero? En ese caso ¿cuáles serían sus objetivos?
Nunca fue más difícil saberlo, sobre todo porque como se asegura en el diario Reforma, Antonio Lozano, en su papel ahora de negociador y vocero de la familia de Diego, ha pedido a los medios electrónicos la no difusión de la información sobre el secuestro como condición para la apertura de la negociación. Hasta el momento, sin embargo, ningún grupo ha contactado con la familia.
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