Obtenido de La Jornada
Una frase no nueva, pero ya conocida: “Vamos a pelear juntos por muchas batallas más” (La Jornada, 23 de mayo de 2010). El presidente Felipe Calderón volvió a recordar a los mexicanos que existe un morfema “amos”.
Uno.
El verbo “pelear” de acuerdo con la Real Academia Española significa “contender o reñir, aunque sea sin armas o sólo de palabra”. Es decir, no se refiere a que se hará una total batalla para derrotar al contrario (a un “ÉL”) sino que existe la posibilidad de que esa batalla exista sólo en palabras. ¿Podría contradecirse el discurso del presidente?
Dos.
“Vamos a pelear juntos por muchas batallas más” (Ídem). Es una frase aparentemente incitativa, y su signo distintivo sería el morfema “amos” que indica el imperativo; sin embargo, es una frase referencial porque: 1) exige la colaboración de todos los mexicanos, 2) presupone una afirmación que es, precisamente, batallar “por muchas batallas más”. Es decir, es un falso performativo.
Tres.
Ahora bien, esa misma sentencia es un referente por presuposición ya que se pueden discutir cuatro presuposiciones en ella: 1) que existe una batalla (serie de combates); 2) que ya se han ganado otras batallas; 3) que se debe pelear juntos; y 4) que aún quedan más batallas por combatir.
Cuatro.
Al estar al servicio de un poder (la presidencia de la República Mexicana), el presidente está más interesado por convertir a los mexicanos de su discurso en los mismos emisores; es decir, mediante la función de integración –vinculada a la función expresiva–, piensa en común y distingue a un adversario al que se le “peleará” juntos. En este sentido, el presidente se apropia del código y utiliza la palabra juntos en conjunto con el morfema “amos” para hacer un llamado a los mexicanos.
Con todo esto, se concluyen dos puntos:
1) el presidente sabe cómo controlar mediante su discurso al adversario, y al mismo tiempo, el receptor (los mexicanos) dentro de su discurso son también un emisor. Permite que el mexicano se sienta parte de lo que se está realizando y lo que se hará, además de deslindarse de responsabilidades;
2) son hechos fugaces las declaraciones del presidente que van cultivando mediante morfemas “amos” y “emos” a que los mexicanos “luchen”; de ahí que, el mundo posible del presidente se muestra constantemente para pedir la ayuda de los mexicanos y él dice que existe un avance; pero el mundo de vida es que la “pelea” contra el narcotráfico existe, el problema es ¿qué tanto se podrá lograr?
Uno.
El verbo “pelear” de acuerdo con la Real Academia Española significa “contender o reñir, aunque sea sin armas o sólo de palabra”. Es decir, no se refiere a que se hará una total batalla para derrotar al contrario (a un “ÉL”) sino que existe la posibilidad de que esa batalla exista sólo en palabras. ¿Podría contradecirse el discurso del presidente?
Dos.
“Vamos a pelear juntos por muchas batallas más” (Ídem). Es una frase aparentemente incitativa, y su signo distintivo sería el morfema “amos” que indica el imperativo; sin embargo, es una frase referencial porque: 1) exige la colaboración de todos los mexicanos, 2) presupone una afirmación que es, precisamente, batallar “por muchas batallas más”. Es decir, es un falso performativo.
Tres.
Ahora bien, esa misma sentencia es un referente por presuposición ya que se pueden discutir cuatro presuposiciones en ella: 1) que existe una batalla (serie de combates); 2) que ya se han ganado otras batallas; 3) que se debe pelear juntos; y 4) que aún quedan más batallas por combatir.
Cuatro.
Al estar al servicio de un poder (la presidencia de la República Mexicana), el presidente está más interesado por convertir a los mexicanos de su discurso en los mismos emisores; es decir, mediante la función de integración –vinculada a la función expresiva–, piensa en común y distingue a un adversario al que se le “peleará” juntos. En este sentido, el presidente se apropia del código y utiliza la palabra juntos en conjunto con el morfema “amos” para hacer un llamado a los mexicanos.
Con todo esto, se concluyen dos puntos:
1) el presidente sabe cómo controlar mediante su discurso al adversario, y al mismo tiempo, el receptor (los mexicanos) dentro de su discurso son también un emisor. Permite que el mexicano se sienta parte de lo que se está realizando y lo que se hará, además de deslindarse de responsabilidades;
2) son hechos fugaces las declaraciones del presidente que van cultivando mediante morfemas “amos” y “emos” a que los mexicanos “luchen”; de ahí que, el mundo posible del presidente se muestra constantemente para pedir la ayuda de los mexicanos y él dice que existe un avance; pero el mundo de vida es que la “pelea” contra el narcotráfico existe, el problema es ¿qué tanto se podrá lograr?
No hay comentarios:
Publicar un comentario