Proceso en su edición de la semana pasada publicó un reportaje titulado “Ulises, el enemigo de todos”, obviamente haciendo referencia al gobernador de Oaxaca Ulises Ruiz.
Los actores políticos estiman que las elecciones del próximo 4 de julio serán complicadas y se corren rumores de que Ulises Ruiz sería capaz de reventar las elecciones mediante la anulación de votos o incluso si fuera necesario rellenaría las casillas con boletas extras. Las boletas se mandaron imprimir a una empresa cuyo nombre no se ha dado a conocer, así como tampoco se ha dado a conocer el número de boletas adicionales. Se dice que hubo un acuerdo para que cada casilla tuviera un promedio de 28 boletas adicionales y si se toma en cuenta que son más de 4 mil 700 casillas se estima que más de 130 mil votos podrían meterse ilegalmente a las urnas.
Otro dato que maneja José Gil Olmos, el reportero de Proceso, es que si en Oaxaca sale a votar más del 50% de la población es muy probable que el PRI pierda, o por lo menos se le complique más el proceso, ya que las dos elecciones pasadas ha ganado con un 75% de abstencionismo.
La agrupación civil Servicios para una Educación Alternativa (Educa) prevé tres escenarios en las próximas elecciones.
1. El triunfo de la alianza opositora Unidos por la Paz y el Progreso, para lo que se necesita que salga a votar más del 60% del electorado. Para esto la coalición opositora debe promover a sus candidatos en todos los municipios y regiones del Estado.
2. El triunfo del PRI-PVEM es posible si menos del 50% de la lista nominal sale a votar y además que las candidatas de Panal (Irma Piñeiro) y de PUP (María de los Ángeles Abad) obtengan el 3% de la votación.
3. Un conflicto postelectoral consecuencia de una victoria del PRI por un porcentaje mínimo y que la oposición demuestre que se cometió fraude.
Cualquiera de estos panoramas resultan un poco triviales y asumiendo que Ulises Ruiz haría lo que fuera con tal de que Eviel Pérez Magaña ganara las elecciones, Gabino Cué y el equipo de la coalición opositora han creado una estructura de vigilancia que establecerán en las urnas el 4 de julio, las cuales constarán de observadores electorales y legisladores para blindar la elección.
Los actores políticos estiman que las elecciones del próximo 4 de julio serán complicadas y se corren rumores de que Ulises Ruiz sería capaz de reventar las elecciones mediante la anulación de votos o incluso si fuera necesario rellenaría las casillas con boletas extras. Las boletas se mandaron imprimir a una empresa cuyo nombre no se ha dado a conocer, así como tampoco se ha dado a conocer el número de boletas adicionales. Se dice que hubo un acuerdo para que cada casilla tuviera un promedio de 28 boletas adicionales y si se toma en cuenta que son más de 4 mil 700 casillas se estima que más de 130 mil votos podrían meterse ilegalmente a las urnas.
Otro dato que maneja José Gil Olmos, el reportero de Proceso, es que si en Oaxaca sale a votar más del 50% de la población es muy probable que el PRI pierda, o por lo menos se le complique más el proceso, ya que las dos elecciones pasadas ha ganado con un 75% de abstencionismo.
La agrupación civil Servicios para una Educación Alternativa (Educa) prevé tres escenarios en las próximas elecciones.
1. El triunfo de la alianza opositora Unidos por la Paz y el Progreso, para lo que se necesita que salga a votar más del 60% del electorado. Para esto la coalición opositora debe promover a sus candidatos en todos los municipios y regiones del Estado.
2. El triunfo del PRI-PVEM es posible si menos del 50% de la lista nominal sale a votar y además que las candidatas de Panal (Irma Piñeiro) y de PUP (María de los Ángeles Abad) obtengan el 3% de la votación.
3. Un conflicto postelectoral consecuencia de una victoria del PRI por un porcentaje mínimo y que la oposición demuestre que se cometió fraude.
Cualquiera de estos panoramas resultan un poco triviales y asumiendo que Ulises Ruiz haría lo que fuera con tal de que Eviel Pérez Magaña ganara las elecciones, Gabino Cué y el equipo de la coalición opositora han creado una estructura de vigilancia que establecerán en las urnas el 4 de julio, las cuales constarán de observadores electorales y legisladores para blindar la elección.
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