Barack Obama ataca los aumentos de los seguros (el último año hubo incrementos de hasta un 40%), “invitando” a que las aseguradoras justifiquen estas medidas, y con ello los demócratas hagan presión a estas compañías y obtengan más información sobre las mismas.
Como un argumento más, el presidente ha leído frente a las grandes aseguradoras una carta que Natoma A. Canfield de Ohaio le envió, en la cual apresuraba al presidente a aceptar la reforma de salud, y argumentaba que le estaba siendo imposible seguir pagando su tratamiento contra el cáncer.
Comenta Gibbs, secretario de prensa de la Casa Blanca, Obama usará esta estrategia durante las próximas dos semanas en las que se espera avanzar en la reforma, por lo que cargará el escrito en su bolsillo para usarlo cuando sea necesario.
Sin embargo, muchos articulistas estadounidenses han criticado la postura del mandatario, en la que se vuelve anecdótico y apela a circunstancias individuales, a la pena y a la tragedia como método de convencimiento para sus adversarios, olvidando su posición como jefe de Estado y político.
Mientras tanto, el error de los republicanos es oponerse tajantemente a la reforma, y no ofrecer a la par de su negativa una propuesta que pueda sostener su argumento. Es esa razón la que los ha llevado a perder credibilidad incluso ya de los Blue Dogs, grupo demócrata conservador que se encuentra en oposición a la reforma de salud, y que sin embargo, acaban de aceptar que las propuestas fiscales en cuanto a la misma.
Referencias:
Washington Post:
http://voices.washingtonpost.com/44/2010/03/rundown---030510.html?wprss=44
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