“El Economista” es sin lugar a dudas un periódico hecho para empresarios, accionarios y especialistas en la economía. No es para nada una publicación como los demás. Sus primeras planas se las llevan los hechos más importantes en cuanto a economía y todo aquel tema que tenga que ver con ella es bienvenido.
No cuenta con las secciones de cine, espectáculos o sociedad, en su lugar aparecen valores y dinero, primer plano y empresas y negocios; las notas van acompañadas de gráficas en las cuales ejemplifican de qué se está hablando, si se va o no por buen camino y cada día aparece desplegado en una hoja el mercado de valores, donde se hace una comparación entre variantes de distintas “emisoras” entre las cuales se encuentra Citigruop, Cemex, Coca Cola Femsa, Televisa, TV Azteca y Telmex.
Temas tales como desastres naturales, política y salud tienen un tratamiento puramente económico. Un ejemplo claro es el terremoto ocurrido en Chile, de lo cual no se informa acerca del número de muertos, heridos y demás, sino que se cubre el tema de las primas, las cuales son millonarias a causa del desastre natural.
La asociación de aseguradores de Chile (NACH) calcula que las compañías de seguros tendrán que pagar 2 600 millones de dólares por los daños provocados por el terremoto ya que fue denominada por el ejecutivo como “la catástrofe más grande para la industria aseguradora”.
Como quedó evidenciado informa lo más importante de la noticia sin embargo, el aspecto más relevante es el relacionado con el económico.
La publicidad que tiene lugar dentro de este periódico, que sale de lunes a viernes, es especialmente de bancos, automóviles (se cuenta con una publicación especializada en dónde se muestran las cualidades de los mismos), aerolíneas y cursos y exposiciones de business. Algo que es interesante es la existencia de anuncios correspondientes a la OFCM (Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México) la cual no cuenta con muchos puntos de difusión.
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