Narcopolítica en aumento

La agenda política se encuentra completamente narcotizada, sobre todo al termino del gobierno del Vicente Fox, fue precisamente cuando Felipe Calderón tomó el poder en la presidencia de México que todo cambió completamente, el tema de la migración pasó a segundo plano y cómo se mencionó en Primer Plano del 26 de Abril el tema de la migración va para atrás, lo cual resulta evidente con la ley de Arizona SB1070, bajo pretexto de decir por parte de la gobernadora de ese Estado, Jan Brewer, que uno de los ciudadanos de Arizona fue asesinado hace unas semanas y se sospecha de que él había interferido con algún tipo de cargamento del narcotráfico y que por eso lo mataron. Lo cual no representa una argumentación fundamentada.

“Entonces la violencia en México es la justificación” mencionó Lorenzo Meyer, es muy deplorable el asesinato de una sola persona en Arizona, pero al frente a los miles de asesinados en México relacionados con el narcotráfico, que tiene su principal mercado en Estados Unidos, pues no es realmente un caso extraordinario. Jan Brewer pretende salvaguardar su país cuando de ahí provienen los más grandes actos delictivos y consumidores de drogas, pretender culpar al vecino sin ver su gran conflicto interno.

EL papel de las fronteras ha ido menguando todo un poder geopolítico que va más allá de la seguridad de su estado sino de crear un poder visible ante los ojos de otros países y evitar la infiltración externa. El escenario se tronca complicado y es entonces cuando la política narcotizada ahora recuerda la migración y con ella el problema crece.

José Antonio Crespo adujo algo fundamental respecto al decurso gubernamental que se puede ver bajo diferentes perspectivas, el discurso norteamericano entra en contradicciones por un lado dicen: estamos apoyando la guerra de Calderón, va por buen camino que va tardar en dar resultados. Pero el propio embajador, Carlos Pascual, dice: ya se está poniendo difícil como para que vengan más inversiones, se puede llegar a tal nivel de inseguridad, se está llegando a tal nivel de inseguridad que las inversiones a lo mejor ya no llegan.

¿Entonces para que continuar con inversiones falsas de baja legitimidad? El poder parece ser la última respuesta ante tan incongruentes leyes.