El día viernes 5 de marzo, el diario El Universal publicó la nota: “Calderón tardó tres años en reconocer error”. El ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador durante una reunión de evaluación con los comités de militantes y simpatizantes de Ciudad Juárez, dijo que “después de tres años, el presidente Felipe Calderón ha tenido que reconocer su fallida estrategia de guerra contra el narcotráfico y lo ha tenido que reconocer aquí” (Ciudad Juárez).
¿Es acaso una burla?
Por una parte, el presidente Felipe Calderón confirma que los medios de comunicación expanden el mensaje del crimen organizado y critica a los que hablan mal del país “a veces como un deporte”; pero, por otra parte, no menciona que una bebé “víctima de la narcoguerra en Ciudad Juárez” fue herida de bala en la cabeza por un grupo de sicarios.
El Universal proporcionó el viernes 5 de marzo las bajas por el narco, que son 10 sólo el día jueves 4 de marzo y en lo que va del año (tres meses) 1,666. Al contrario de los resultados, que quizá son pocos para la cantidad de población total de la República Mexicana [103,263,388 consultado en la página del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI)], el presidente comunica el día sábado que “la mayor amenaza al respeto a los derechos humanos y a la libertad de expresión es el crimen organizado. Por eso el gobierno utiliza toda la fuerza del Estado para combatirlo” (La Jornada, sábado 6 de marzo 2010).
FCH acusó como principal amenaza al crimen organizado que “somete, secuestra, censura, limita, levanta y también asesina a periodistas” (El Universal, sábado 6 de marzo de 2010), y “se dijo convencido de que sean instituciones estrictamente civiles quienes combatan la delincuencia, pero urgió de nuevo al Congreso a dotar de instrumentos para la intervención de las Fuerzas Armadas” (Ídem.).
Sin embargo, existen situaciones que no coinciden con esto; por ejemplo, el día 25 de marzo, en La Jornada se publicó que cinco jóvenes “fueron levantados o detenidos el lunes pasado por ‘hombres armados vestidos de militares’ en la ciudad de Iguala de la Independencia, en la zona norte de la entidad, y hasta ahora se ignora su paradero, dio a conocer Rosario García Orozco, hermana de uno de los desaparecidos”. ¿Es verdad que mediante Fuerzas Armadas la población se encuentre en mejores manos, o es posible que ellos, a su vez, provoquen más temor a quienes habitan en México?
Otra situación sucedió en Monterrey pues más de una veintena de municipios rurales quedaron bajo “el fuego cruzado en la narcoguerra que sostienen el cártel del Golfo y Los Zetas con fuerzas estatales y federales” (El Universal, sábado 6 de marzo de 2010). Por ello, José Antonio Gonzáles Treviño, el secretario de Educación, dijo: “Esperamos que para la próxima semana se normalice la situación”, pues “el temor y la intranquilidad de los pobladores se acentúa, al grado que los niños no acuden a clases”. De la misma manera, Javier Treviño, secretario general de Gobierno, “hizo un llamado a la intranquilidad para seguir desempeñando su vida normal”.
Es decir, no sólo los periodistas corren peligro, incluso, Raúl Plascencia, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) expresó que 2009 fue el año en que se presentó el mayor número de atentados y agravios en contra de periodistas y defensores de garantías individuales, presentó su informe de actividades y detalló que fueron 105 expedientes de queja (79 por actos en contra de periodistas y 26 a defensores civiles).
La “libertad de expresión” expuesta en el artículo 7º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos enfatiza que no se puede violar “la libertad de escribir y publicar escritos sobre cualquiera materia”, también, no debe haber algún límite ni coartar el “respeto a la vida privada, a la moral y a la paz pública”. Entonces, ¿en este país qué está fallando?
sábado, 6 de marzo de 2010
"Intervención de las Fuerzas Armadas": Calderón
Obtenido de La Jornada
Laura Elizabeth Sánchez
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1 comentario:
Probablemente deba hacerse caso al presidente y dejar de hablar sobre el narcotráfico y la fallida lucha comenzada por él desde el 2006. ¿La razón ? Son demasiados los periodistas que arriesgan su vida y los que la han arriesgado demasiado en esta guerra absurda y sin sentido.
Con estas declaraciones Calderón se presenta ante mi entendimiento como uno más de los sicarios encargado no de asesinar directamente, sino de utilizar un doble discurso. Los sicarios asesinan a quien habla sobre el tema, a quien investiga. El presidente se encarga de denunciarlos como agentes de la violencia al mostrar la situación tan delicada que atraviesa el país.
Calderón dice, no hablen sobre el narco, ni sobre la guerra, porque así sólo los apoyan a ellos, y si hablan lo suficiente de ello, atenedse a las consecuencias, porque no los defenderemos, ni investigaremos, ni nada.
Al parecer, la única solución que se le ocurre es utilizar toda la fuerza del Estado, para no sé qué, porque los resultados no se observan. Al contrario, aumentan las muertes de inocentes y los casos de abusos contra los derechos humanos por parte del ejército, Buena entrada.
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