Luego siguió la coalición del PRD, PT y Convergencia, pero no funcionó; digamos que no fueron populares entre las dos Cámaras del Congreso. Seguidos finalmente por el PRI y su derogación o reformulación constitucional de ciertos aspectos como, la suplencia en caso de la falta del ejecutivo por parte del Srio. de Gobernación, la ratificación del gabinete y funcionarios de alto nivel y la consulta popular en tres opciones: a solicitud del presidente, a petición del 2% de los ciudadanos en el padrón electoral o a solicitud de 2/3 de los integrantes de ambas cámaras del Congreso.
Ahora resulta que todos quieren formular propuestas para el bien común. Llama la atención en los diez puntos de Calderón lo referente a las candidaturas independientes. No es algo normal. No al menos para una nación cuyos mandatarios arribistas no son capaces de ver más allá de sus narices.
El artículo 41 constitucional menciona que la responsabilidad de los partidos es hacer posible el acceso de los ciudadanos al ejercicio del poder público. Demasiado ambiguo. Mientras que el del Código Federal de Instituciones y Procesos Electorales (COFIPE) en el artículo 128 expresa que es necesaria la afiliación a un partido político en específico para ser posible candidato a cualquier cargo. Pero de todas formas ¿qué se hacen? Las tres propuestas presentadas anteriormente requieren del apoyo de por lo menos 2/3 de ambas cámaras. Y como dijo Beatriz Paredes el pasado 25 de enero en referencia a las candidaturas independientes, “no pasaran debido a la influencia acrecentada de los poderes fácticos y al hiperactivismo de los grupos de ultraderecha”. Entonces, ¿para qué tanto teatro?
En la reunión de los legisladores de PRD, Convergencia y PT, integrantes del Diálogo por la Reconstrucción de México mencionó en conferencia de prensa el pasado 18 de febrero que “bajo el rubro de fortalecer la participación ciudadana se plantean las candidaturas independientes”. ¿Será? Nadie estaría dispuesto (hablando en particular de los partidos políticos) a perder el monopolio de sus nichos de poder. Esto es un paleativo.
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