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Los medios de comunicación tienen un papel fundamental en la construcción social de la realidad. Los estudiosos de la comunicación analizamos los temas de la agenda mediática, con el fin de dar explicaciones y construir escenarios sobre el contexto nacional e internacional. Sin embargo, más allá de los temas, es necesario analizar las estrategias discursivas de los medios de comunicación, concebidos como sujetos que producen discursos con determinadas intenciones y efectos. El objetivo de este espacio es que cada participante analice crítica y rigurosamente acontecimientos discursivos mediáticos en distintos contextos. Cada uno de ustedes aportará para la discusión, el análisis de un medio de comunicación (visto como sujeto de enunciación) y un hecho noticioso -siempre el mismo- (visto como objeto de enunciación). Este será entonces un ejercicio dialógico pues recordemos que la posibilidad del diálogo está dada por los turnos en los que nos asumimos como interlocutores.
Diana Marenco


(Para quienes quieran consultar el archivo, está hasta abajo de la página)

domingo, 2 de mayo de 2010

El Katrina de Obama


La edición online de El País, destaca en lo referente al derrame de cerca de 800,000 litros de petróleo  en el Golfo de México, que no sólo  podría ser uno de los peores desastres ecológicos en la historia de la costa oriental  de América, sino que significaría una derrota política y que pone freno a los planes energéticos de Barak Obama.
Al parecer, señala el diario español, todas las condiciones se ponen contra el gobierno del presidente Obama, pues aunado a la mala situación climática que complican las acciones de limpieza en las costas de Luisiana, Florida, Misisipi y Alabama, la tardía respuesta de la Casa Blanca ha despertado las voces de los críticos del presidente.
Y es que no sólo se ha evidenciado que el gobierno ha actuado de manera apresurada y negligente, sobre todo en el lanzamiento de productos químicos cuyas consecuencias para la flora y fauna de la región son impredecibles, sino que los detractores apuntan a que el desastre ecológico del Golfo de México, podría ser el Katrina que mermó la administración Bush en 2005.
El país sienta las cartas sobre la mesa, en cuanto a las repercusiones políticas que las acciones de Obama conllevarán, pues no sólo se trata de controlar las afecciones al medio ambiente, sino también tratar de reducir el impacto negativo en política energética y económica.
En primera estancia el mandatario estadounidense debe decidir rápidamente sobre salvaguardar la vida silvestre de los  pantanos al borde de delta del río Misisipi, los cuales representan un factor indispensable para la cadena alimenticia marina de la región, o bien permitir que el crudo llegue hasta las costas y afrontar las repercusiones económicas para el sector industrial de la costa y el turístico.
Además, ante la evidente falla de la industria petrolera privada, los planes de perforaciones en la costa del Atlántico y Alaska quedan pospuestos hasta  verificar la causa de las fallas que han dejado la muerte de 11 personas y uno de los peores desastres ecológicos en la historia norteamericana, lo cual traerá repercusiones para la administración cuyo propósito era dejar de depender de los recursos energéticos de Medio Oriente para ser autosuficiente, meta que de momento pasa a un segundo plano de duración indefinida.

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