Colisionadores en el mundo.

El LHC no es el primero ni el último de los colisionadores que se han generado en el mundo; sin embargo el siglo XX es el siglo en el que se dan los mayores avances científicos en cuando a los aceleradores de partículas.
En 1929 se creó el acelerador Ciclotrón por Ernest Orlando Lawrence en la Universidad de California. El límite de su capacidad se encontraba en los 10 MeV de potencia y en este caso, la máquina tenía una forma de doble D investidas, formando un circulo partido por la mitad.
En 1952 se creó el Bevatrón, construido en el Laboratorio Nacional Brookhaven de Nueva York. Su alcance en potencial era de 5 GeV. Es un acelerador lineal y uno circular al mismo tiempo. La diferencia entre ambos prototipos de aceleradores es que el primero solamente envía los protones y la energía hacia un solo punto sin retorno. El acelerador circular puede generar que las vueltas o ciclos que de la materia sean infinitas, lo que acumula velocidad, fuerza y aplicación de experimentos a largo plazo.
El Bevatrón ayudó principalmente en el desarrollo de tecnología, mejorando las capacidades de cada uno de estas nuevas aplicaciones. Primeramente ayudó el desarrollo de superconductores, capaces de crear los campos electromagnéticos necesarios, sin la necesidad de elevar el consumo eléctrico hasta cotas impensables. Permitió mantener las partículas de conducto sin generar pérdidas en los haces de luz en el sistema de vacío. La aplicación de los superordenadores permitió calcular las trayectorias de las partículas en las distintas configuraciónes simuladas y, posteriormente, asimila las enormes cantidades de datos generadas en los análisis científicos de los grandes aceleradores. Finalmente sirvió como apoyo para impulsar la World Wide Web hasta su aplicación en el siguiente ejemplo de desarrollo, el LEP.
El LEP o Large Electron-Positron Collider surgió ya como un acelerador-colisionador de partículas que se encontraba en el mismo lugar que hoy ocupa el LHC. Fue creado también por la CERN y, una vez concluido el proyecto en su construcción, ya se tenía preparado su desplante para iniciar las reparaciones pertinentes y hacer el cambio hacia el LHC.
El LEP tenía las mismas exigencias por cumplir que tiene hoy en día el LHC pero su construcción no le permitió avanzar más allá de los 45 GeV. Su funcionamiento comenzó en 1989 y rompió el récord de la mayor aceleración jamás alcanzada. Hoy este récord se encuentra batido por el LHC.
Este breve resúmen sobre los antecedentes de los colisionadores y aceleradores de partículas nos permite ver de dónde proviene el LHC, sobre qué ideas está fundamentado y hacia donde puede ir posiblemente.
Al antecesor más directo, el LEP, se le impuso la necesidad de descubrir el Bosón de Higgs y la recreación de los primeros microsegundos del Big Bang; sin embargo, como ya lo habíamos mencionado, su falta de tecnología e infraestructura no le permitió llegar hasta esa frontera, misma que el LHC piensa alcanzar.