Creación de agujeros negros microscópicos. segunda parte

Lo que aquí vale la pena añadir es que la CERN dice en su página de internet: “De acuerdo con las bien establecidas propiedades de la gravedad, descritas en la Teoría de la relatividad de Einstein, es imposible que se produzcan agujeros negros en el LHC. Sin embargo hay algunas teorías especulativas que predicen la producción de estas partículas. Todas estas teorías predicen también que los agujeros negros se desintegrarían inmediatamente. Los hoyos negros, por lo tanto, no tendrían tiempo de absorber materia y causar efectos macroscópicos.
El ingeniero e investigador de la facultad de ingeniería de la UNAM Aldo M. Fonseca nos explica que este proceso de desintegración de los agujeros negros es “como cuando se genera un embrión de materia, en un proceso de creación tiene un tiempo crítico de crecimiento. Si la materia es llevada hasta este punto, entonces se crea una nueva forma de materia más estable; si, por otro lado, el punto crítico nunca es alcanzado o no tiene la suficiente duración, se crea un proceso de desintegración continua de la misma materia”. Visto con un ejemplo culinario, es como hacer una mezcla para un pastel. Si la masa permanece el suficiente tiempo en el calor, se formará un pastel, de lo contrario si no está el suficiente tiempo dentro del horno, volverá a ser masa.
Aunque las teorías predicen que los agujeros negros decaen rápidamente, incluso en los más estables e hipotéticos se puede demostrar la inutilidad de éstos por medio del estudio de las condiciones de su producción por los rayos cósmicos. Siendo que en la tierra el tiempo avanza mucho más lento que en el espacio, aquí las colisiones tienden a ser mucho más lentas que aquellas producidas por rayos cósmicos y por eso se demuestra su seguridad. Algunos agujeros estables, se estima, pueden estar cargados eléctricamente gracias a las partículas cargadas que absorben. En este caso interactuarían con la materia ordinaria y podría ser detenido mientras atraviesa la tierra o el sol .
Aquí podemos observar cómo la Organización se justifica de los hechos por medio de más teorías. El discurso científico tiene su riqueza en la enorme cantidad de conocimiento que puede generarse y, de una forma u otra, siempre puede justificar su comportamiento. Creo que en este siglo y el pasado, la dicotomía entre razón y locura en la ciencia específicamente, cobra otro sentido puesto que las teorías más “locas” de la ciencia posiblemente son las que tengan mayor futuro, aunque su relación esté dada con lo hipotético y no con lo tangible.