Bart Stupak se ha convertido en la primer victima de las amenazas del “Tea Parties”, grupo ultraconservador que orbita en el ala extrema del Partido Republicano, quienes se han dado a la tarea de hostigar a los políticos que impulsaron la reforma de salud aprobada recientemente.
Este grupo tiene ahora como objetivo frustrar las reelecciones en las legislativas de medio término que se llevarán a cabo en noviembre próximo, cuando se renueva la totalidad de la Cámara Baja y un tercio del Senado.
En el caso específico de Stupak, quien ya tenía asegurada la reelección, el grupo de conservador contó con el apoyo de antiabortistas, pues Stupak se había caracterizado por ser Pro-Vida, sin embargo, los Tea Parties han argumentado que haber apoyado esta reforma, la cual según su punto de vista “no ofrece garantías suficientes para evitar que fondos federales permitan financiar abortos”.
De esta manera lograron ejercer presión en el representante demócrata Bart Stupak, quién anunció el 9 de abril su intención de no buscar la reelección. Stupak, además había recibido llamadas con amenazas de muerte.
Stupak no ha sido el único en sufrir las consecuencias, pero sí el primero en ceder. Una veintena más de congresistas han resultado afectados por las amenazas de este grupo ultraconservador.
La extrema derecha ha salido con el único fin de resarcir la primera victoria del grupo demócrata, sin embargo, el discurso extrapolado no tiene las bases suficientes para retar al partido que gobierna el país.
En su lugar exponen enfrentamientos agresivos y poco políticos. Increíblemente una fracción muy importante de la sociedad estadounidense está de acuerdo con las acciones implementadas por este grupo.
Los argumentos de los Tea Parties han valido la pena para convencer a un sector importante, no sólo de clases altas, sino de la clase media, que se siente amenazada en su posición tanto económica como ideológica. De esta manera los republicanos comenzarán una fuerte lucha a la que deberá responder el partido demócrata.
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