La edición online de El país, en cuanto a los presos de conciencia cubanos, no sólo funge como transmisor de las informaciones, sino que muestra claramente una postura en el tema, tomando como punto referencial la “violación a los derechos humanos y la intolerancia castrista”, términos que son adjudicados a personajes como Orlando Zapata y Guillermo Fariñas, pero no son citados con claridad.
Desde el encabezado de su nota hacen evidente el problema cubano, la falta de libertad, indicando que el país caribeño intenta abrir la puerta a la democracia coartada por el régimen de los Castro, a través de las huelgas de hambre por parte de disidentes que van desde el ámbito intelectual y artístico hasta el “desconocido albañil”, haciendo alusión a la muerte de Zapata, lo cual provocó que la mirada del mundo se erigiera hacía Cuba.
Por otra parte, destacan que pese a ser de dominio internacional las diferentes manifestaciones por parte de las esposas y disidentes cubanos, los habitantes del país en boga, ven con admiración y extrañeza lo acontecido, resaltando así el cerco informativo que hay por parte del gobierno.
La labor de El País no se limita únicamente a acotar lo sucedido durante las marchas de las mujeres de blanco efectuadas entre el 18 y 20 de marzo con motivo del arresto de presos de consciencia en 2003, sino que resaltan elementos que indican que las agresiones sufridas por parte de cubanos a favor del gobierno castrista, fueron “perfectamente organizadas”, dando a entender que el apoyo al gobierno no es genuino.
El diario español retrata la actualidad cubana limitándola a las faltas graves a los derechos humanos, destacando que el reto perseguido es la liberación de 26 presos enfermos, subrayando este hecho como posible sólo de la mano de las manifestaciones de los cubanos tanto en la isla como los disidentes en el extranjero.
Entre las declaraciones de disidentes, destacan la del canta-autor Silvio Rodríguez, él cual se había mostrado como partidario del gobierno de Castro, pero que ha declarado la necesidad de hacer de la revolución una evolución, señalando que el mandato actual es "viejo".
Pese a ser un tema de actualidad, El País limita un poco el contexto cubano, parte como principio de las manifestaciones, pero se ve corto en acotar más faltas a los derechos humanos por parte de los Castro, no señala las rídiculas causas por las que muchos de los disidentes fueron arrestados.
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