¿Umbral positivo ante la retirada de las ONG´s en Darfur?

El conflicto de Darfur. Región del este del Sudán, comenzó en 2003, cuando se agudizaron las confrontación entre la población norte árabe y la población del sur negra, quienes ante la escases de recursos y siendo ambos musulmanes, el ataque entre ellos no resulta ser religioso sino un conflicto de hambruna y falta de entendimiento, las matanzas continúan en una tierra hostil.

Pese a lo anterior, a un año de la expulsión de las 13 organizaciones no gubernamentales que operaban en Darfur, Toby Lanzer, coordinador de las operaciones humanitarias de las Naciones Unidas en Darfur afirmó que no ha ocurrido “el desastre humanitario” que muchos creían y que por el contrario ocurrió algo que nadie esperaba: se ha intensificado la colaboración entre el personal internacional y el Gobierno sudanés, ya que con la retiradas de las ONG´s la región que ha sido devastada con un número incalculable de muertes y cientos de desaparecidos ha tenido una mejor estrategia de comunicación.

La expulsión de trabajadores humanitarios extranjeros “nos llevó a colaborar cada vez más con las asociaciones locales, creando una red de contactos en el territorio antes inexistente, y también a dialogar más con el Gobierno de Jartum, que realmente se hizo cargo de todas las operaciones realizadas anteriormente por las organizaciones expulsadas”. La organización ha sido el enclave para lograr un paso adelante en el conflicto de Darfur.

Lanzer concluyó que, si bien es cierto que las condiciones de miles de refugiados están lejos de ser ideales, “paradójicamente, la expulsión nos obligó a trabajar en estrecho contacto con las autoridades del país, y esto es lo que evitó el desastre”.

El discurso por parte de Toby Lanzer crea un cierto ambiente de alivio ante las miles de muertes que continúan día con día en la región de Darfur, región de conflicto que ante la escases de recursos ha llevado a ocho años de confrontación armada entre la población del norte árabe y la población sur negra, sin embargo el discurso no logra crear un completo alivio, la confrontación árabes-negros en Darfur continúa día con día, y la lista de muertos no ha disminuido, por lo que el discurso solo resulta ser un aliciente a convocar a no quitar la mano del renglón en Sudán, ya que no se ha avanzado en la resolución del conflicto pero tampoco se ha retrocedido. Ahora sólo se espera el siguiente paso.