Bienvenidos

Los medios de comunicación tienen un papel fundamental en la construcción social de la realidad. Los estudiosos de la comunicación analizamos los temas de la agenda mediática, con el fin de dar explicaciones y construir escenarios sobre el contexto nacional e internacional. Sin embargo, más allá de los temas, es necesario analizar las estrategias discursivas de los medios de comunicación, concebidos como sujetos que producen discursos con determinadas intenciones y efectos. El objetivo de este espacio es que cada participante analice crítica y rigurosamente acontecimientos discursivos mediáticos en distintos contextos. Cada uno de ustedes aportará para la discusión, el análisis de un medio de comunicación (visto como sujeto de enunciación) y un hecho noticioso -siempre el mismo- (visto como objeto de enunciación). Este será entonces un ejercicio dialógico pues recordemos que la posibilidad del diálogo está dada por los turnos en los que nos asumimos como interlocutores.
Diana Marenco


(Para quienes quieran consultar el archivo, está hasta abajo de la página)

domingo, 4 de abril de 2010

Del candidato independiente al tlatoani político

María José Martínez Herrera
En la actualidad una licenciatura vendría siendo lo que hace unos treinta años era preparatoria en cuanto al carácter básico de la educación. La competencia rapaz que cada vez se acrecienta debido a la falta de empleos es un monstruo que exige una educación especializada. En el caso de la política no hay diferencia.
En noviembre de 2008, el diario español El País lanzó en la sección de opinión el Decálogo del buen político bajo la redacción del periodista Ramón Vargas. En dicho artículo se menciona que un político debe ser experto precisamente en eso, en política, más allá de la vocación de un individuo que se siente atraído por ésta, es necesaria una rama política fidedigna para el correcto ejercicio del poder. Debe gozar además de talento político, sí con un sentido moral pero también una estrategia aguda, sentido de anticipación y adaptabilidad. La idea maquiavélica tampoco debe faltar. No es sólo que el fin justifique los medios, sino tener una mente capaz de identificar claramente los objetivos y los medios (sean viables o no) para alcanzarlos: astucia.
La pregunta es:
¿El candidato independiente se encontrará lo debidamente capacitado para considerarse hábil dentro del juego de la política? No se habla de políticos que han dejado sus partidos de origen para lanzarse a la candidatura independiente, sino de aquellos ciudadanos (por darles el voto de confianza) comunes y corrientes que deciden acercarse a la vida política desde un primer plano. ¿Cómo podríamos estar seguros que el ejercicio democrático rendirá frutos si la democracia es un producto político y nada más?

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