El debate principal del día 22 de Marzo en Primer Plano se basó en el marco de la visita de una parte del gabinete estadounidense encabezado por la Secretaria de Estado, Hilary Clinton con motivo del Plan Mérida y las posibles repercusiones, las opiniones estuvieron vertidas a cargo de Sergio Aguayo Quezada, María Amparo Casar, Leonardo Curzio Gutiérrez y Lorenzo Meyer, el último hizo énfasis en reconocer que México tiene la presión norteamericana porque nuestros problemas internos, cuando rebasan ciertos límites se convierten en parte de la agenda de seguridad norteamericana, eso es lo que ha sucedido.
Leonardo Curzio preguntó ¿qué les podemos pedir a los norteamericanos? ¿Más inteligencia, más dinero, que refuercen nuestras capacidades, que vengan operativos norteamericanos, que venga el Ejército? Yo lo que creo es que nos estamos quedando ya sin argumentos, sin ideas nuevas.
Por parte de María Amparo Casar se presentó la idea de que la reunión no fue planeada con tantos personajes y que además fue adelantada, fue cambiada la estrategia y los planteamientos que se tenían pensados. No nos estamos quedando nosotros, los mexicanos, sin ideas, adujo Lorenzo Meyer, ya no las tenemos. Nos estamos también como relación bilateral, los Estados Unidos tampoco tienen ideas, no hay nada nuevo que nos hayan dicho: qué es lo piensan y qué es lo quieren hacer.
Las opiniones en Primer Plano suelen ser una crítica al gobierno y a los poderes fácticos, sin embargo cada uno de los participantes en el programa no siempre están de acuerdo, algunos convergen y precisan que algunas de las acciones que el gobierno de EUA planea tomar en torno a la guerra contra las drogas son correctas, tal es el caso de María Amparo Casar al decir que quizá la ayuda extranjera no es tan mala si México y EUA fueran unos socios más o menos equilibrados en su poder.
La guerra contra el narcotráfico que se ha venido fraguando y se ha focalizado aún más por parte de Estados Unidos tras los asesinatos de tres estadounidenses (dos miembros del consulado y otro conyugué también de un miembro del consulado), lo cual hizo que la reunión se agilizara y las decisiones fuesen tan planeadas. Y mientras no se sabe qué pedirle a los norteamericanos son ellos los que también debieron de haber visto un foquito rojo en relación a México y se hicieron tontos, no hicieron nada significativo en los últimos 10 años. ¿Y ahora pretenden cambiar la situación? mientras en EUA se legaliza el consumo de drogas en México ni para cuando pase lo mismo.
Lo interesante del programa es cuando los participantes difieren entre sí y aunque la editorial del programa tiende a hacer una crítica al gobierno y al sistema político mexicano, la línea editorial abre camino a una crítica histórica-profunda que amplía la perspectiva del televidente, pero cabe señalar que el programa ha encrudecido su crítica sobre todo al PRI- PAN lo cual se entiende debido a los tiempos que han gobernado y cómo lo han hecho, pero la tendencia de Primer Plano tiende a inclinarse hacia la izquierda aunque no bajo acuerdos establecidos, las críticas cambias de acuerdo a cómo va transcurriendo la historia política de México.
1 comentario:
Me llama la atención la forma en que abordas las temáticas tratadas en primer plano. Sobre todo la importancia que le brindas a la tesis de que a México y a los mexicanos se nos han acabado las ideas y, más específicamente que, de la misma manera, a nuestros vecinos del norte también. ¿Los Estados Unidos no tienen ideas? ¿no será que sí las tienen y que, precisamente, el Plan México (o Mérida si se desea connotar lo menos al Plan Colombia por mera estructura gramatical) se inscribe como la mayor de ellas?
¿Qué vicisitudes nos depara el inocente deseo de apoyo logístico y militar de EU? Al parecer los presentes en el debate al que haces referencia, aunque críticos en algunos momentos, no abordan el tema desde una perspectiva más global en el que se tomaran en cuenta todas las incursiones del gobierno norteamericano dentro del discurso del “apoyo bilateral” y sus posteriores intervenciones directas en las decisiones políticas, económicas y militares de cualquier país tercermundista, con sus respectivas medidas de sujeción.
De entrada se puede advertir que los objetivos de la nación más poderosa del continente no son los mejores para el país. De ser así se revisaría más objetivamente el caso que nos impide exportar el camarón de tan buena calidad a su territorio. Contrario a esto se opta por debilitar aún más a la economía nacional. Tiene que ver sobre manera con el tema puesto que una sociedad civil que carece de una aceptable calidad de vida se convierte en perfecto caldo de cultivo para la delincuencia de cualquier tipo y, más específicamente, la base social de la que el narco se sostiene.
Los puntos que se dieron a conocer acerca de los cuales trataron estos representantes los sabíamos los mexicanos de antemano. En el plano de lo que se dice, se trata de tomar las decisiones más pertinentes para evitar el crecimiento de las redes de narcotráfico que surten a su población; en el plano de lo real huele a un pretexto, como lo fue la amenaza comunista y la amenaza terrorista en su momento. Muchos de los canales de información y debate no pueden tocar fibras poco más profundas como es obvio, aún así, el debate es siempre el primer paso.
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