Carmen, la ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes tendrá que llevarse a cabo a partir de este 9 de mayo sus funciones en el Teatro de la Ciudad ante la remodelación de la sala principal de Bellas Artes. Pero para la desgracia de José Antonio Morales, director de la misma por 25 años, este espacio no cuenta con las dimensiones ni la acústica para una buena realización de la misma.Diario Reforma lo denuncia así: “La acústica del Teatro de la Ciudad dificulta la interpretación de los cantantes de ópera porque impide que el sonido regrese al escenario. Los ingenieros de sonido todavía analizan las alternativas acústicas para programar en el mismo espacio conciertos diversos, óperas, zarzuelas y obras de teatro”.
La Jornada también da a conocer la deficiencia del sonido: “Tendrá ciertos inconvenientes ya que aunque el sonido para el público es bueno, es muy incómodo para el elenco pues no sienten que su voz regrese al escenario. Hace un tiempo se quitó la alfombre de la platea, con lo cual subió la acústica; sin embargo, aún se le tienen que hacer otros cambios”.
En el caso de diario Unomásuno es el único que no hace referencia inmediata a la mala acústica; en cambio, se dedica a desarrollar la apreciación de la ópera desde la voz del director y del tenor Fernando de la Mora.
Dado que la información acerca de los 25 años de la puesta en escena de la ópera Carmen fue llevada a cabo en una conferencia de prensa, los medios de comunicación sí tienen a un redactor de la nota y no como en muchas ocasiones firmadas por la redacción. No obstante, la información que publican no dista de: la falta de la acústica, cómo José Antonio Morales se obtuvo la oportunidad de dirigir esta ópera y cuál es el significado que le adjudican a la misma: la libertad.
En este sentido la información es bastante uniforme sin mucha aportación nueva, investigación previa que pudiese enriquecer la publicación de las notas en los diversos medios.
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