Bienvenidos

Los medios de comunicación tienen un papel fundamental en la construcción social de la realidad. Los estudiosos de la comunicación analizamos los temas de la agenda mediática, con el fin de dar explicaciones y construir escenarios sobre el contexto nacional e internacional. Sin embargo, más allá de los temas, es necesario analizar las estrategias discursivas de los medios de comunicación, concebidos como sujetos que producen discursos con determinadas intenciones y efectos. El objetivo de este espacio es que cada participante analice crítica y rigurosamente acontecimientos discursivos mediáticos en distintos contextos. Cada uno de ustedes aportará para la discusión, el análisis de un medio de comunicación (visto como sujeto de enunciación) y un hecho noticioso -siempre el mismo- (visto como objeto de enunciación). Este será entonces un ejercicio dialógico pues recordemos que la posibilidad del diálogo está dada por los turnos en los que nos asumimos como interlocutores.
Diana Marenco


(Para quienes quieran consultar el archivo, está hasta abajo de la página)

martes, 13 de abril de 2010

Con intereses de por medio





El pasado jueves ocho de abril el periódico español El País publicó una nota titulada Un país clave para la guerra afgana, en la que hacía referencia a la relación política entre Kirguistán y Estados Unidos, así como la inestabilidad vivida en el primero lo que podría poner en riesgo la base aérea estadounidense de Manás, la cual representa un “importante punto de apoyo logístico a las operaciones de la OTAN en Afganistán”[1].

Dicha Inestabilidad se debe principalmente a las exigencias de sus ciudadanos por la renuncia del actual presidente Kurmanbek Bakíev, al cual se le acusa de fomentar la corrupción política y con ello agravar la crisis económica de la ex república soviética.

Aun cuando las relaciones entre el país regido por Barack Obama mantenía buenas relaciones con el antes mencionado país en crisis, debido a que éste fuera el objetivo de incursiones de las guerrillas islámicas en 1999 y el 2000, lo que tiempo después resultaría en apoyar la “campaña de Washington para derrocar a los talibanes en Afganistán e invitó a las fuerzas estadounidenses a lanzar operaciones militares desde su territorio”[2]; el año pasado, tras la votación del parlamento de cerrar dichas bases, el mandatario kirguizo amenazó su cierre y con ello la reducción de su apoyo al país americano, y la compensación de 2 millones de dólares otorgada por Rusia.

Acciones ante las que Estados Unidos no podía mantenerse inmutado, y por lo que tomó la decisión de dar el brazo a ceder y en cuanto a las exigencias de Kirguizistán de un aumento del alquiler que pagan por el uso de las instalaciones, hasta 60 millones de dólares anuales (45 millones de euros).

Con lo que se evidencia que lo que en estos momentos rige la política base de la relación entre Estados Unidos y Kirguizistán, son los intereses propios. Al primero no le interesa la cantidad de dinero que deba invertir mientras no piedra la posibilidad de contar con una base militar de estratégica importancia; y por el otro lado se tiene un gobierno al cual no le importan las decisiones tomadas por su parlamento, siempre y cuando pueda beneficiarse económicamente. Es más que un claro ejemplo de cómo cada quien lucha por sus intereses y no importa sobre que se tenga que pasar.

Fuentes:

  • El País. Internacional. “Un país clave para la guerra afgana”. Madrid, 08 de Abril de 2010.
  • El País. Internacional “Kirguizistán, país clave para la guerra de Afganistán”. Madrid, 07 de abril de 2010


[1] El País. “Un país clave para la guerra afgana”. Madrid, 08/04/2010.

[2] El País. “Kirguizistán, país clave para la guerra de Afganistán”. Madrid, 07/04/2010


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