Y es que no conforme con los peligros que enfrenta el migrante, se le añade la pérdida de los derechos humanos al poner en marcha la ley antimigrante en el estado de Arizona. Aunque existen quienes la promueven y también quienes la rechazan, ambos sectores concuerdan que dichas medidas se han tomado porque el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, no ha hecho por determinar la situación de los indocumentados.
Ahora la policía del Estado está facultada para interrogar y detener a todo aquel sospechoso de ser indocumentado. Sin embargo, Obama pone en duda tales restricciones y ordenó una evaluación de las posibles consecuencias sobre los derechos civiles.
En gran parte la ley está sustentada en el hartazgo de los ciudadanos estadounidenses por la inseguridad, los secuestros y otros delitos cometidos por “extranjeros ilegales”.
El gobierno de México lamenta dicha circunstancia y que no se tome en cuenta la aportación de los migrantes a la economía estadounidense. Patricia Espinosa Castellano, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores consideró que la ley solo rompe la relación entre Arizona y México.
Aún así declaró que el gobierno mexicano cuidará el bienestar de los indocumentados, sin hacer distinción de su situación migratoria. Más allá de ser un conflicto unilateral, existe un problema compartido que debe solucionarse: seguir la guerra contra el narcotráfico pero también disminuir la demanda de drogas, controlar la demanda de armas ilegales, etc. Para que éste problema de acabe de raíz.
Lo que sucede es que los migrantes y los narcotraficantes ya no tienen índices de distinción. Y por igual serán tratados, los derechos humanos desaparecerán aun más y ahora cualquier sospechoso podrá ser tratado como animal.
Ahora la policía del Estado está facultada para interrogar y detener a todo aquel sospechoso de ser indocumentado. Sin embargo, Obama pone en duda tales restricciones y ordenó una evaluación de las posibles consecuencias sobre los derechos civiles.
En gran parte la ley está sustentada en el hartazgo de los ciudadanos estadounidenses por la inseguridad, los secuestros y otros delitos cometidos por “extranjeros ilegales”.
El gobierno de México lamenta dicha circunstancia y que no se tome en cuenta la aportación de los migrantes a la economía estadounidense. Patricia Espinosa Castellano, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores consideró que la ley solo rompe la relación entre Arizona y México.
Aún así declaró que el gobierno mexicano cuidará el bienestar de los indocumentados, sin hacer distinción de su situación migratoria. Más allá de ser un conflicto unilateral, existe un problema compartido que debe solucionarse: seguir la guerra contra el narcotráfico pero también disminuir la demanda de drogas, controlar la demanda de armas ilegales, etc. Para que éste problema de acabe de raíz.
Lo que sucede es que los migrantes y los narcotraficantes ya no tienen índices de distinción. Y por igual serán tratados, los derechos humanos desaparecerán aun más y ahora cualquier sospechoso podrá ser tratado como animal.
¿y quién habla de la migración infantil?
1 comentario:
Bueno, en primer término, eso que la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores dijo de que la Ley antimigrantes sólo rompe la relación entre México y Arizona lo considero muy erróneo, perfectamente bien sabemos que México es la tapadera de Estados Unidos y aunque Felipe Calderón muestre repudio y rechaze firmemente esta ley jamás se desvinculará y mucho menos disgustará con el aliado, existen lazos de por medio mucho más fuertes que los une, pero esa es una larga historia. Por otra parte, coincido en que sí es muy lamentable que no se valore la aportación que dan a la economía estadounidense nuestros paisanos. También me parece que esta ley tiene fines mucho más allá del simple hecho de proteger a sus ciudadanos, y aunque pareciera una ley justa para la defensa y bienestar de una nación, las medidas que se han tomado en el estado de Arizona se han ido a los extremos y en efecto, violan los derechos humanos de los indocumentados, así que por ese lado todo termina en caos. Ya se que es muy trágico lo que se está haciendo con los indocumentados en Arizona, principalmente mexicanos, y México está puestísimo para defender a los paisanos en ese territorio a pesar de su estancia ilegal, pero si mal no recuerdo, apenas también hizo mucho ruido los cada vez más altos índices de indocumentados centroamericanos a nuestro territorio, y nuestro gobierno se puso en el mismo plan de Estados Unidos de acabar con la migración indocumentada, porque según aparte de que afectaba nuestra economía, era muy perjudicial culturalmente hablando. Es obvio que está mal la terrible discriminación que sugiere la nueva ley antimigrantes en Arizona, y está muy bien que nuestro gobierno defienda a los paisanos indocumentados allá, pero: ¿de igual modo no están haciendo ellos lo mismo con los indocumentados centroamericanos? ¿no entran en una terrible contradicción?
Además no olvidemos que nuestros noticieros sólo muestran la información que a ellos más les conviene, porque de hecho existen migrantes de otras nacionalidades que han sido tratados peor que animales en manos de la guardia fronteriza estadounidense, y a eso no le han puesto tanta atención.
En fin, todo es una gran contradicción frente a una mala ley.
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