El martes 20 de abril en el periódico Milenio Ciro Gómez Leyva publicó, como de costumbre, su columna La historia en breve, en la misma habla sobre lo que sucedió en redes sociales como Twitter y Facebook en donde se comentó que habría una matanza en Cuernavaca con este mensaje: "Se enfrentarán las bandas rivales en Cuernavaca, por lo que han establecido un de queda y han adelantado que este fin de semana será el más sangriento que ha vivido el país".
Gómez Leyva asegura que llegó el viernes en la noche a dicha ciudad y no encontró a nadie en las calles, ni policías, ni soldados, ni civiles. Y destaca que en el fin de semana no pasó nada en la ciudad: ni viernes, ni sábado, ni domingo.
"Un maravilloso intrumento de difusión cae en manos de los irresponsables o, tal vez, de los propios criminales que, por la razón que sea, quieren matar de miedo a los ciudadanos."
En ese aspecto el periodista tiene razón, porque utilizan las redes sociales para infundir miedo a las personas y las mismas al no estar seguras con el apoyo del gobierno tanto federal como estatal, prefieren quedarse en sus casas y no arriesgarse a salir.
El problema es que el gobierno diga que está en pleno combate con el narcotráfico cuando lo único que sucede es que en número de muertos se incrementa día con día.
Gómez Leyva asegura que llegó el viernes en la noche a dicha ciudad y no encontró a nadie en las calles, ni policías, ni soldados, ni civiles. Y destaca que en el fin de semana no pasó nada en la ciudad: ni viernes, ni sábado, ni domingo.
"Un maravilloso intrumento de difusión cae en manos de los irresponsables o, tal vez, de los propios criminales que, por la razón que sea, quieren matar de miedo a los ciudadanos."
En ese aspecto el periodista tiene razón, porque utilizan las redes sociales para infundir miedo a las personas y las mismas al no estar seguras con el apoyo del gobierno tanto federal como estatal, prefieren quedarse en sus casas y no arriesgarse a salir.
El problema es que el gobierno diga que está en pleno combate con el narcotráfico cuando lo único que sucede es que en número de muertos se incrementa día con día.
3 comentarios:
El gobierno mexicano, en específico, Felipe Calderón, "no tiene las manos limpias" como alguna vez dijo en su campaña de 2006. Ahora, todos los "analistas", comentaristas, críticos y sociedad en general tiene la guerra perdida contra el narcotráfico pero eso nunca se dirá hasta dentro de 10 años, si tenemos suerte.
La guerra entre cárteles, padilleros y, entre cárteles y pandilleros se está expandiendo por la República Mexicana. El miedo se ha convertido en el común denominador de la sociedad, miedo desde que te asesinen hasta de que te asalten en el transporte público.
No es posible que incluso las autoridades se fíen de las publicaciones en Facebook y Twitter, ¿no que saben cada uno de los secretos de las redes criminales y cómo funcionan? Es incrédulo confiar en lo que se publica en internet, sobre todo si no proviene de una agencia noticiosa o un medio eficaz de información.
Considero que las autoridades tenían que haber investigado previamente antes de anunciar toque de queda, lo único que refleja tales acciones es que incluso el gobierno vive temeroso de las propias redes mafiosas que ayuda y deja pasar libremente.
¿Qué no la guerra es entre el Estado mexicano y los cárteles? ¿Ahora pelean cárteles contra cárteles como se anunció en la citada red social? ¿siempre ha sido así en realidad? Calderón ¿Con qué cártel está? ¿A quién apoya? Como bien afirma el compañero Arturo, la verdad se conocerá quizá en diez años, si tenemos suerte. Todo según quién ocupe el poder.
Efectivamente, no habría necesidad de tomarse muy enserio lo escrito en Twitter y Facebook si la ciudadanía realmente creyera que existe una lucha verdadera contra el narcotráfico. Pero es obvio que muchas cosas se nos ocultan. Sólo se sabe de los decapitados que aparecen, de los levantones, de la guerra que no parece conducir a nada. Y en lo que escribimos en este blog se han cumplido cuatro años de una lucha de todos contra todos en la cual los únicos perdedores somos los ciudadanos.
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