Tres grandes sucesos conjuntados en las actividades de Conaculta esta semana de gran trascendencia el día 23 de abril: Se celebró el día mundial del libro, José Emilio Pacheco recibió el Premio Cervantes y entró en vigor el Reglamento de Fomento para la Lectura y el Libro.
Gracias a que Miguel de Cervantes Saavedra, William Shakespeare y Garcilazo de la Vega fallecieron este día (en diferentes momentos de la historia, claro) el 23 de abril es considerado como el Día Mundial del libro.
Las actividades no se hicieron esperar y la información brotó exageradamente en los medios. La cobertura fue eminente y con pompa dieron relevancia a diversos temas relacionados con este acontecimiento. Por sólo citar dos ejemplos, nos daremos cuenta que la cobertura es distinta:
La Jornada enfocó su información en la cobertura de la maratónica lectura de El Quijote en el Centro Cultural España cuya duración fuese de ocho horas, el origen de la tradición de las rosas y los libros, así como un pequeño foto reportaje sobre las celebraciones efectuadas en el Centro Cultural Universitario de la UNAM, la Biblioteca Vasconcelos en Buenavista y el Museo Nacional de Antropología e Historia en Chapultepec.
El Universal reunió información acerca del panorama del libro a partir de la industria editorial por medio de una entrevista a Noé Villaseñor, director de Omniprom (Promoción Integral del Libro en México) y retomó información directa de Notimex acerca de la entrevista realizada al director de las librerías Educal, Héctor Chávez Castillo.
La información refe
rente a la entrega del Premio Cervantes fue vasta. La página oficial de Conaculta puso al alcance el discurso efectuado por José Emilio Pacheco. La gran mayoría de los medios nacionales enviaron a un corresponsal para cubrir el evento y quienes no, recurrieron a la información proporcionada por la agencia internacional EFE. Cabe resaltar el trabajo realizado por el diario El País, el cual realizó una crónica muy completa y con una narrativa muy agradable y fluida sobre la entrega del galardón.
La anécdota del día fue que a José Emilio Pacheco se le cayeran los pantalones al entrar en el claustro de la Universidad de Alcalá de Henares. Pacheco se justificó explicando que nunca se había vestido “de pingüino” y no sabía que convenía llevar tirantes. “Es un buen argumento contra la vanidad. De repente eres un ser humano como cualquier otro”. Al respecto de esto, La Jornada prácticamente ovacionó y enalteció el episodio como un descuido sagrado, pues no fuera la misma situación la que presenciara Felipe Calderón porque ya sería la nota de ocho en primera plana.
Por último, la aprobación del Reglamento de Fomento para la Lectura y el Libro presentó información muy uniforme. Como se trata de dar a conocer los meollos por los cuales pasó esta ley, no podía faltar la multicitada Notimex para cubrirla. A grandes rasgos se explica la estructura del reglamento (siete capítulos, 32 artículos y cuatro transitorios) y en particular se hace énfasis en el próximo establecimiento del precio único en un plazo de 90 días cuando Conaculta dé a conocer cuáles serán los lineamientos para dicha operación. Excelsior lo titula: “Elogian reglamento de la Ley del Libro”; El Universal lo hace en un carácter más seco: “Reglamento del Libro, en el Diario Oficial”; y Reforma se va por los números: “Fijan precio único en 90 días”.
2 comentarios:
¿Qué más dijeron los medios?, ¿Cómo lo dijeron?. Habría que enfocarse en la importancia de este evento, cuando menos en el contexto de nuestro país; desde los factores que influyen a la falta de lectura hasta las consecuencias que tendrá este precio único a los libros, ¿Favorecerá? ¿a quiénes?
Saludos.
Hermoso día el que se ha instaurado, y si a eso sumamos que soy fanática de Shakespeare, el día me encanta aun más.
Por alguna razón creo que los libros, en algun momento de la historia, se tomaron como simples herramientas para el entretenimiento, y se dejó de reconocer el valor que tienen, como obras artisticas en si mismos (más allá de su contenido) asi como preservadores de una cultura y un saber único.
La idea de que exista un día para conmemorar todo esto, asi como los mayores exponentes de la lengua, funcionará como un factor determinante para concientizar, sobre a todo a las nuevas generaciones, de la importancia de un libro.
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