Bienvenidos

Los medios de comunicación tienen un papel fundamental en la construcción social de la realidad. Los estudiosos de la comunicación analizamos los temas de la agenda mediática, con el fin de dar explicaciones y construir escenarios sobre el contexto nacional e internacional. Sin embargo, más allá de los temas, es necesario analizar las estrategias discursivas de los medios de comunicación, concebidos como sujetos que producen discursos con determinadas intenciones y efectos. El objetivo de este espacio es que cada participante analice crítica y rigurosamente acontecimientos discursivos mediáticos en distintos contextos. Cada uno de ustedes aportará para la discusión, el análisis de un medio de comunicación (visto como sujeto de enunciación) y un hecho noticioso -siempre el mismo- (visto como objeto de enunciación). Este será entonces un ejercicio dialógico pues recordemos que la posibilidad del diálogo está dada por los turnos en los que nos asumimos como interlocutores.
Diana Marenco


(Para quienes quieran consultar el archivo, está hasta abajo de la página)

domingo, 25 de abril de 2010

Reporte gráfico, Proceso

¿Pensamos en imágenes o en palabras? Proceso optó por hacerlo en imágenes. Durante esta semana, el cierre de edición se postergó hasta donde más se pudo a partir de que el viernes 16 de abril dos mensajes de presuntos integrantes del crimen organizado circularon a través de correos y redes sociales anunciando que a partir de las 20 horas se desatarían balaceras en la vía pública entre sicarios, por lo que se imponía un toque de queda y se invitaba a la sociedad morelense [particularmente la de Cuernavaca] a evitar acudir a centros nocturnos.

Sin tiempo para poder indagar y ver qué sucedería, Proceso su número 1746 dedica tres páginas a un reportaje gráfico, donde las fotografías se encargan de congelar estos sucesos, antes de que fuese emitido el mensaje y durante el toque de queda.

Proceso incluye ocho fotografías que se reúnen bajo el título de “Violencia expansiva” y bajo el siguiente texto:

“Agonizantes paraísos de millones de turistas, los estados de Guerrero y Morelos, con Acapulco y Cuernavaca como sus destinos de insignia, aceleran la metamorfosis que los adentra en el infierno donde casi todas las entidades del país, con sus principales centros urbanos y hasta sus confines rurales, arden en llamas densas… Balaceras inauditas en pleno día y en concurridas calles, altas cuotas de víctimas inocentes, masacres delirantes de jóvenes inermes, espectros de pesadilla colgando de puentes viales… Imparable narcolocura pues, que se eterniza y toma por asalto hasta las ʻredes socialesʼ para advertir, en el caso de Cuernavaca: que nadie salga a partir de las ocho de la noche este fin de semana. La razón: una guerra de sicarios, según la alerta emitida por un supuesto ʻcártel del Pacífico Surʼ.” (Proceso 1746: 13)

A partir de esta síntesis, el lector se puede dar una idea acerca de lo que está viendo, mas no sabe específicamente a qué refieren las imágenes. Se observan accidentes automovilísticos, un decapitado en plena carretera, dos colgados de un puentes, un muerto cubierto sobre un piso, tres cuerpos tapados y en el fondo una pared con grafiti, una plaza desierta.

Quizá sí se pueda intuir qué sucede, pero ¿cómo saber si los colgados son de Acapulco o de Cuernavaca, dónde acontecieron los coches vehiculares, qué carretera es esa donde está el decapitado? ¿Son todas estas imágenes del día 16 o de cuándo son? Esto es un claro ejemplo de que la imagen es una representación concreta de los hechos, no nos dice más que mil palabras porque nosotros como lectores necesitamos una explicación que especifique qué pasa ahí. Evidentemente no hay pies de foto, lo único que hay abajo o a un costado de cada una es el nombre del fotógrafo: Bernandino Hernández, Carlos Enrique Delgado, Carlos Eduardo Delgado, Margarito Perez Retana y Especial, según las imágenes.

Sin mayor información que ayude a ubicar al lector, las fotografías retratan un pedazo de la realidad y tratan de explicarse con una síntesis que a medias logra llenar los vacíos de significación en aquel que las observa con curiosidad.


REFERENCIA:
S.A. Reporte gráfico. “Violencia expansiva”, en Proceso 1746. Semana del 18 de abril de 2010. Págs., 12-14.

1 comentario:

Elizabeth Sánchez Morales dijo...

Jugando con tu análisis me atrevo a decir que tú misma utilizas las palabras para poder expresar lo que ya hay en imágenes. Y es que una fotografía sin pie de foto podría funcionar, pero con sus límites, pues a pesar de introducir imágenes de cosas reales, sigue siendo fotografía y eso implica que ya no es, que ya fue. Y las especificaciones quedarán en espera hasta que el fotógrafo y el medio digan ¿dónde?, ¿por qué?, ¿a qué hora?, ¿quiénes?

Esas imágenes sólo persisten en nuestra carga sensorial a partir nuestra significación con los signos que nos rodean. La imagen, al final, es una representación mental que queda en nuestro imaginario.