Bienvenidos

Los medios de comunicación tienen un papel fundamental en la construcción social de la realidad. Los estudiosos de la comunicación analizamos los temas de la agenda mediática, con el fin de dar explicaciones y construir escenarios sobre el contexto nacional e internacional. Sin embargo, más allá de los temas, es necesario analizar las estrategias discursivas de los medios de comunicación, concebidos como sujetos que producen discursos con determinadas intenciones y efectos. El objetivo de este espacio es que cada participante analice crítica y rigurosamente acontecimientos discursivos mediáticos en distintos contextos. Cada uno de ustedes aportará para la discusión, el análisis de un medio de comunicación (visto como sujeto de enunciación) y un hecho noticioso -siempre el mismo- (visto como objeto de enunciación). Este será entonces un ejercicio dialógico pues recordemos que la posibilidad del diálogo está dada por los turnos en los que nos asumimos como interlocutores.
Diana Marenco


(Para quienes quieran consultar el archivo, está hasta abajo de la página)

martes, 16 de marzo de 2010

La industria cinematográfica, quizá “sí tenga futuro”


Conaculta notificó en su portal el 10 de marzo que “El presidente de México, Felipe Calderón, puso en marcha el martes el Programa de Apoyo a la Industria Cinematográfica y Audiovisual de Alto Impacto, mediante el cual se pretende hacer de México «la capital latinoamericana del cine»” (Notimex).

El decir comunica que en el programa se establecen incentivos financieros, que consisten en la devolución de hasta 7.5% de gastos facturados en México a producciones de 70 millones de pesos y postproducciones de 20 millones de pesos.

Es así que el hacer supondría poner en funcionamiento dicho programa porque el hacer que vive la industria cinematográfica es preocupante.

Apunta Néstor García Canclini que “Desarrollar la cultura en las sociedades contemporáneas, multiculturales y densamente interconectadas, no puede consistir en privilegiar una tradición, ni simplemente preservar un conjunto de tradiciones unificadas por un Estado como «cultura nacional». El desarrollo más productivo es el que valora la riqueza de las diferencias, propicia la comunicación y el intercambio –interno y con el mundo– y contribuye a corregir las desigualdades” (García, 2005).

Pero si Calderón ve en el cine una “cultura nacional”, ¿por qué la necesidad de ponerle en vez de quitarle aún más? La respuesta, en parte, se encuentra en lo acontecido el 1º de octubre del año pasado cuando “la comunidad cinematográfica de México casi en pleno manifestó hoy su enojo por el recorte planteado en los fondos públicos destinados al cine en 2010, una bajada del 46% en lo que corresponde al Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE)” (EFE, El Universal).

Pedro Armendáriz, actual presidente de la Academia de Cine mexicana se resignó tanto del recorte de “tremendo y diabólico” que ya ni le sorprendió: “A mí ya no me sorprende un embate más de la Federación (Gobierno) hacia la cultura y la cinematografía” (Ídem.), pues el paquete económico para 2010, que contiene un alza generalizada de impuestos y un recorte del gasto público –para el IMCINE– “reduciría los 357 millones de pesos recibidos en 2009 a 192 el año que viene (de unos 26 millones de dólares a cerca de 14 millones)” (Ídem.).

Pero entonces, acompañado del gobernador de Baja California, José Guadalupe Osuna, la titular del Conaculta, Consuelo Sáizar, y el director de Pro-México, Bruno Ferrari; los actores Diego Luna y Edward James Olmos, la semana pasada Calderón apareció con estas personalidades para subrayar que el Gobierno se ha propuesto tomar las medidas necesarias para darle un renovado impulso a la industria audiovisual y cinematográfica de alto presupuesto.

De pronto el decir de Calderón se convierte en una escena romántica que busca desarrollarnos contemporáneamente –parafraseando a García Canclini–, de modo que ahora Calderón ha decidido conservar nuestra “cultura nacional” a través de un impulso a nuestra industria cinematográfica.


REFERENCIAS
-EFE, “Cine mexicano, contra el recorte presupuestal”, en El Universal 01 de octubre de 2009. Obtenido de: http://www.eluniversal.com.mx/notas/630449.html
-García Canclini, Néstor. “Todos tienen cultura, ¿quién puede desarrollarla?”. 2005. UAM. Obtenido de: http://docencia.izt.uam.mx/sgpe/files/users/ana/NGC_conf_cult_desarrollo_BID_2005.doc.
-Notimex. “México le apostará al cine”, en CNNExpansión.com 10 de marzo de 2010. Obtenido de: http://www.cnnexpansion.com/negocios/2010/03/09/cine-mexico-apoyo-impuestos-cnnexpansion


2 comentarios:

María José Martínez Herrera dijo...

El cine en México está desprestigiado, es como el hijo bastardo al que nadie quiere ponerle apellido. Si los apoyos económicos se reducen es cierto que su vida peligra, a pesar de que se trata de un negocio sumamente redituable de bien saberlo encausar. Se les olvida que el cine, más allá de sostener e impulsar una cultura nacional, es un negocio fortuito. Dicen por ahí que no hay peor ciego que el que no quiere ver.

Paulina dijo...

Lo que no saben es que la próxima película tiene de héroe a un militar.
El cine mexicano no va a crecer solo con inversiones; de nada sirve hacer películas nacionales, si no hay salas que exhiban estas películas y mucho menos gente que las quiera ver.
Estamos perdidos culturalmente y para que nuestro cine pueda competir se necesitan reformas a las leyes que les cedieron a las compañías internacionales más del 80% de las salas de cine en todo el país.
Sobre todo, será necesario que la gente se identifique con lo que mira en el cine, porque si no hay coherencia entre su realidad y este simplemente todo es un fracaso.