Bienvenidos

Los medios de comunicación tienen un papel fundamental en la construcción social de la realidad. Los estudiosos de la comunicación analizamos los temas de la agenda mediática, con el fin de dar explicaciones y construir escenarios sobre el contexto nacional e internacional. Sin embargo, más allá de los temas, es necesario analizar las estrategias discursivas de los medios de comunicación, concebidos como sujetos que producen discursos con determinadas intenciones y efectos. El objetivo de este espacio es que cada participante analice crítica y rigurosamente acontecimientos discursivos mediáticos en distintos contextos. Cada uno de ustedes aportará para la discusión, el análisis de un medio de comunicación (visto como sujeto de enunciación) y un hecho noticioso -siempre el mismo- (visto como objeto de enunciación). Este será entonces un ejercicio dialógico pues recordemos que la posibilidad del diálogo está dada por los turnos en los que nos asumimos como interlocutores.
Diana Marenco


(Para quienes quieran consultar el archivo, está hasta abajo de la página)

domingo, 21 de marzo de 2010

Vienen “cosas muy duras” en Ciudad Juárez: Calderón

"Que asuman su responsabilidad" por Fisgón
Obtenido de La Jornada


El martes 16 de marzo, el presidente Felipe Calderón “consideró indispensable que el combate al crimen organizado se asuma como una responsabilidad compartida y una batalla que se tiene que ganar, ‘cada quien en su territorio y cada quien en el ámbito de su competencia’” (Notimex, 16 de marzo).

Sin embargo, en la revista Proceso el día 28 de febrero, se publicó: “El presidente Barack Obama acepta retóricamente que Estados Unidos tiene una responsabilidad compartida en la lucha contra el narcotráfico y presume un fuerte compromiso con México”. Sí, es posible que ahora, tras el homicidio de tres personas relacionadas con el consulado estadunidense en Ciudad Juárez, se investigue a la par lo que ha sucedido en Chihuahua con el crimen organizado.

Empero, en la revista semanal enfatizaron que “en los hechos, su gobierno [de Barack Obama] aún no entrega más de 600 millones de dólares en equipo militar y tecnológico del total de mil 351 millones que ofreció a la administración de Felipe Calderón, como parte de la Iniciativa Mérida, para enfrentar a los cárteles de la droga”.

La revista obtuvo el informe de gobierno de Estados Unidos e indicó que “México sólo ha recibido 82 millones 636 mil 412 dólares en equipo militar y tecnología de vanguardia”. Asimismo, añadió: “El documento deja ver claramente que el gobierno de Obama no tiene prisa en fortalecer las operaciones militares del presidente Felipe Calderón contra los cárteles de la droga y el crimen organizado”.

Sería posible que continuaran, pero sólo “retóricamente” –palabra que deleita, persuade y conmueve de acuerdo con el DRAE–, pues a partir del sábado pasado en Notimex, La Jornada y El Universal, comenzaron a presentarse notas acerca del rechazo que tenían respecto a la declaración que dio la secretaria de Seguridad Interna de Estados Unidos, Janet Napolitano, quien “rechazó la solicitud del gobernador de Texas en enviar tropas a la frontera con México, y consideró que el traslado de militares mexicanos que ordenó el presidente Felipe Calderón a Ciudad Juárez, Chihuahua, ‘no ha ayudado’ a resolver la ola de violencia” (La Jornada, 17 de marzo).

¿Quién no ha “ayudado” –esta palabra enfatiza cooperación y auxilio según la Real Academia Española–, los estadounidenses o los mexicanos?, ¿dónde queda esa cooperación que implica la ayuda de dos partes o más?

El día martes 15 de marzo, el vocero del Departamento de Estado afirmó a los medios que “la tragedia sólo subraya qué tan severo y significativo es el peligro que esto representa para México, Estados Unidos y el hemisferio”. En este sentido, en el discurso se niega que haya conflictos entre México y EUA, pues por ambas partes (P. J. Crowley, vocero del Departamento de Estado, y el presidente Felipe Calderón) se demuestra que ambos cooperarán –en el DRAE significa: “Obrar juntamente con otro u otros para un mismo fin”–.

Por su parte, a través de la Agencia de Noticias del Estado Mexicano, el presidente de México expone que lamenta el homicidio de las tres personas relacionadas con el consulado estadunidense, y que “otro fenómeno es el tráfico de armas desde Estados Unidos hacia México, cuyos efectos generan una grave amenaza para los ciudadanos de ambos países”. Puntualizó que “las dos naciones deben seguir colaborando para derrotar a esas organizaciones, poner un alto al tráfico transfronterizo de drogas, armas y dinero ilícito”.

Esta semana viajó por tercera vez en 34 días a Ciudad Juárez, esta ocasión lo acompañó el embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual. No obstante, al parecer sus visitas “no ha[n] ayudado”, pues el día sábado 20 de marzo, La Jornada mostró que “el número de homicidios cometidos por el crimen organizado en Ciudad Juárez y zonas aledañas ascendió este viernes a 536. La cifra significa 101 casos más –un incremento de 23 por ciento– que los ocurridos hasta marzo del año anterior”.

Entonces, ¿han ayudado las visitas del presidente?, quizá esta información denote que ¿no se sabe qué hacer para luchar contra el crimen organizado?, ¿qué sucederá con la relación Estados Unidos-México, si el mismo presidente mexicano expresó que por la “dimensión internacional”, “todavía vienen ‘cosas muy duras’ en Ciudad Juárez” (La Jornada, 17 de marzo)?

No hay comentarios: