Bienvenidos

Los medios de comunicación tienen un papel fundamental en la construcción social de la realidad. Los estudiosos de la comunicación analizamos los temas de la agenda mediática, con el fin de dar explicaciones y construir escenarios sobre el contexto nacional e internacional. Sin embargo, más allá de los temas, es necesario analizar las estrategias discursivas de los medios de comunicación, concebidos como sujetos que producen discursos con determinadas intenciones y efectos. El objetivo de este espacio es que cada participante analice crítica y rigurosamente acontecimientos discursivos mediáticos en distintos contextos. Cada uno de ustedes aportará para la discusión, el análisis de un medio de comunicación (visto como sujeto de enunciación) y un hecho noticioso -siempre el mismo- (visto como objeto de enunciación). Este será entonces un ejercicio dialógico pues recordemos que la posibilidad del diálogo está dada por los turnos en los que nos asumimos como interlocutores.
Diana Marenco


(Para quienes quieran consultar el archivo, está hasta abajo de la página)

sábado, 27 de marzo de 2010

¡Yo quiero que mi papá sea el próximo pres$$$$idente!

“Hay tres maneras de pertenecer a la socialité mexicana: tener un apellido de abolengo que venga desde principios del siglo pasado, pertenecer a las familias de empresarios poderosos o estar bajo el cobijo de la nobleza política, compuesta por las familias de los expresidentes” (Lizárraga, Proceso 1742:22).

Así inicia uno de los artículos más relevantes de esta edición número 1742 de la revista semanal Proceso. Y es que, qué mejor cosa que tener garantizada el resto de nuestras vidas con una pensión vitalicia, seguros de vida y de gastos médicos mayores…

De los cinco expresidentes vivos, Vicente Fox es el más caro para el erario, seguido por Miguel de la Madrid (quien fuese el de la “brillante” idea de hacer posible esto). Carlos Salinas y Ernesto Zedillo no la cobran, pero sí gozan de seguro de gastos médicos mayores, empleados administrativos y escoltas militares.

En una investigación que realizó a profundidad Proceso, algunos de los resultados fueron los siguientes:

• Luis Echeverría Álvarez durante 32 años significó “133 millones 605 mil 541 pesos” (Lizárraga, Proceso 1742:22).
• José López Portillo: “52 millones 609 mil 494 pesos” (Lizárraga, Proceso 1742:22).
• Vicente Fox: “447 mil 207 pesos mensuales [más] 21 millones 465 mil 936 pesos de funcionarios que trabajan para el guanajuatense” (Lizárraga, Proceso 1742:24).

La mejor parte: No sólo ellos son los que gozan de estos privilegios, sus familiares lo hacen también. El mejor ejemplo: Alejandra Acimmovic (alias Sasha Montenegro), quien tras la muerte de su esposo el expresidente, José López Portillo, en 2004 percibe una pensión de “102 mil 561 pesos y un aguinaldo de 21 mil 875 pesos, además de los seguros de vida y de gastos médicos mayores” (Lizárraga, Proceso 1742:22).

Como candidato a la presidencia, Felipe Calderón prometió que no la aceptaría, pero queda claro que aún no ratifica públicamente su compromiso. Es lo mismo que sucede con el pago de la tenencia que quitaría… En caso de que lo aceptara –tomando en consideración el promedio de vida para los hombres de 73 años y los salarios actuales– él y su familia quedarían protegidos con “8 millones 204 mil 880 pesos” (Lizárraga, Proceso 1742:23), de lo contario, el señor presidente nos ahorraría estos gastos públicos que tanto tú como yo contribuiremos pronto.

En ninguna otra parte de América Latina los exmandatarios cuentan con oficinas destinadas a ellos y sostenidos por el erario pues en México cuatro de ellos disponen de “89 funcionarios que han costado a los contribuyentes 229 millones 132 mil 248 pesos durante los últimos 32 años” (Lizárraga, Proceso 1742:22).

Y por si esto no fuera suficiente, los lazos matrimoniales entre descendientes de exmandatarios sazonan más rico el hueso que ellos pueden roer. Recientemente, los nietos de José López Portillo (Lorena Tovar y López Portillo) y de Gustavo Díaz Ordaz (Gerardo Díaz Ordaz) contrajeron matrimonio, con lo que las riquezas se incrementan más.

Es así que podemos observar que la comunidad de sí mismos (exmandatarios) es tan poderosa como la módica cantidad que se genera de ingresos en el narcotráfico. Los otros, nosotros, los mortales no tenemos posibilidad alguna de entrar en su comunidad a menos de que se corra con la suerte de contraer nupcias con alguno de sus descendientes o, que de plano, nuestros padres o alguno de nosotros sea el próximo presidente. Ilusiones utópicas, pero bueno, hay que seguir intentándoles, como cuando uno compra un billete de Lotería, chance y le peguemos al gordo… pero de por vida.


REFERENCIA: Lizárraga, Daniel. “El encanto de ser expresidentes…”, en Proceso 1742. Semana del 21 de marzo de 2010, pp. 22-25.

1 comentario:

Paulina dijo...

¡Pffff! ¿incluirnos en sus vidas?, ¿segura de lo que dices?, ¡Sí!, tienes muchísimos dinero... robado.