En la sección América Latina, la edición online de El País, presenta un reportaje sobre las inconsistencias de la ley mexicana bajo las que ha sido condenada a 60 años de cárcel la francesa Florence Cassez, la cual hasta el día de hoy ha pasado casi cinco años en el Centro Femenil de Readaptación Social de Tepepan, en el DF.
Al principio el periodista Pablo Ordaz narra los sucesos previos a su visita a Cassez, los requisitos para ingresar al penal y las primeras impresiones de su encuentro con la francesa. A primera impresión todos estos detalles parecen estar de más, pero posteriormente sirven para reflexionar sobre la manera de operar de la ley mexicana, la cual aunada a los medios de comunicación mexicanos, presuntamente hicieron de Florence Cassez un chivo expiatorio.
Pese a haber sostenido dos encuentros con Florence Cassez, Ordaz no basa la trayectoria de su reportaje en sólo declaraciones de la condenada, de hecho sólo refiere semblanzas suyas y un par de declaraciones obtenidas durante la entrevista.
La postura sobre el caso es presentada desde una reconstrucción de los hechos, indicando una serie de anomalías en torno a la detención y proceso de condena de la presunta líder de la banda de secuestradores Los Zodiacos.
Primero se detiene en el montaje para televisión de la detención y rescate de víctimas ocurrido el 9 de diciembre de 2005, un hecho en que el noticiero matutino dirigido por Calos Loret de Mola tuvo una cobertura especial, menciona que no sólo fue una situación especialmente fabricada para televisión, dirigida por uno de los organismo de mayor corrupción en México, la Agencia Federal de Investigaciones, sino que además sirvió para dirigir la opinión pública mexicana y sembrar el rencor a la que no sólo es secuestradora, sino también francesa.
Hace hincapié en las investigaciones de Denis Maerker, Yuli García, Lydia Cacho y publicaciones como Proceso, quienes en México han puesto en tela de juicio la credibilidad de las autoridades mexicanas, pero sobre todo se han atrevido a defender a la enemiga pública número uno de este país en materia de secuestro, quien no sólo es repudiada por las supuestas actividades que llevó a cabo, sino que otro de sus delitos es ser una extranjera, lo cual ha servido principalmente a incrementar el odio público hacía ella.
Los temas principales son la inconsistencia de las declaraciones de las víctimas para determinar la culpabilidad de Cassez, quienes han cambiado constantemente sus versiones, pero esto no ha tenido mayor relevancia; el montaje televisivo de la detención de la banda de secuestradores, en el que Televisa y TV Azteca fueron los principales seguidores, y la trascendencia de este caso en las relaciones México-Francia.
Los hechos que saltan a la vista de manera indirecta son como las autoridades mexicanas han hecho de un caso más, una banda de secuestradores, la razón para justificar una serie de procedimientos que en otro caso hubieran sido irrelevantes, pero al tratarse de uno de los temas más sensibles para la sociedad mexicana y cuya culpable es extranjera, la opinión pública es visiblemente manipulada, no sólo a través de la televisión, sino por la mayoría de los medios.
2 comentarios:
Tal como ocurrió con el caso Paulette, hace too un circo completo co videos y declaraciones solo para tener un público asegurado durantes muchos días sobe un mismo tema. todo para que al final no se cumpliera con justicia, enel caso de Florence Cassez, es un crímen bajo un odio que los medios hicieron crecer solo por el hecho de ser extranjera, porque aún no hay pruebas contundentes qe afirmen que era se dedicaba al secuestro.
¿Entonces de qué sirve que se lleven a cabo tantas averiguaciones, si lo único que se petende es dirigir la opinión pública?
Este tema es especialmente delicado, pues nosotros como espectadores y al mismo tiempo analistas no hemos logrado diferir la información que se esconde detrás de este caso.
Si bien es cierto, que los medios de comunicación dirigieron la atención hacia su culpabilidad y esa especie de racismo u odio por ser de nacionalidad francesa, hacen aún más complejo su caso.
Habrá bien que definir, cual es la posición de El País, para sacar a luz esa información, e incluso a través de una entrevista con la propia Cassez.
Recordemos que la estructura de la información en El País es a través de la creación de historias, y una de las funciones de esto es conmover y causar empatía con el lector.
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