Aristegui y el Jefe

Bien señores el tema está servido, la nota de la semana no fue la excepción en el programa de Carmen Aristegui; el “jefe” Diego Fernández fue el tema primordial en la emisión de CNN en español. El caso de la “desaparición” del ex candidato panista a la presidencia de la república fue primicia el fin de semana pasado y se convirtió rápidamente en la noticia más importante del momento.

El ahora reconocido como secuestro, del “jefe”, se inscribió en un contexto rodeado por varios acontecimientos, en extremo importantes, para el ejecutivo federal. Primero la cumbre entre América latina y Europa y después, mas no menos importante, la visita del presidente a la Casa Blanca. Para el periodista mexicano Miguel Ángel Granados Chapa, el secuestro fue planeado para coincidir con los tiempos de ambas cumbres.

La realidad mexicana alcanzó un punto sui generis el viernes 14 del mes presente, con el secuestro de un actor político de tal magnitud como Diego Fernández de Cevallos. Hablando de cosas fuera de lo común, podríamos hablar del denominado proceso de “colombianización” de México, inscrito en la guerra contra el narco. Lo extraño no viene a ser el proceso, ya ampliamente reconocido, sino el reconocimiento por parte del presidente Calderón.

Aunque entrando a detalle, el presidente declaró que México no ha llegado a niveles como el asesinato de candidatos presidenciales ni otros terribles sucesos. Es cierto, pero habría que analizar si no fue el narcotráfico quien secuestró al panista. Si lo que dice Granados Chapa es correcto, podríamos pensar en la existencia de un poder tal que tenga la capacidad de imponer condiciones al gobierno federal.

A su vez, el periodista mexicano plantea la posibilidad de un doble secuestro, el primero por parte del gobierno de Ignacio Coronel, lugarteniente del “mayo” Zambada, y el del “jefe”. El segundo siendo una consecuencia del primero para negociar una posible liberación del capo. En otro nivel de análisis deberían de entrar las declaraciones de los expresidentes colombianos: Andrés Pastrana, Cesar Gavidia y Ernesto Samper.

Los fragmentos de las entrevistas, hechas previamente en el mismo programa, dan un trasfondo a las palabras pronunciadas por Calderón en España. Las similitudes discursivas entre nuestro presidente y los ex presidentes colombianos es terrorífica, las referencias al terrorismo, a la corrupción e inclusive al papel del gobierno de los E.U.