Bienvenidos

Los medios de comunicación tienen un papel fundamental en la construcción social de la realidad. Los estudiosos de la comunicación analizamos los temas de la agenda mediática, con el fin de dar explicaciones y construir escenarios sobre el contexto nacional e internacional. Sin embargo, más allá de los temas, es necesario analizar las estrategias discursivas de los medios de comunicación, concebidos como sujetos que producen discursos con determinadas intenciones y efectos. El objetivo de este espacio es que cada participante analice crítica y rigurosamente acontecimientos discursivos mediáticos en distintos contextos. Cada uno de ustedes aportará para la discusión, el análisis de un medio de comunicación (visto como sujeto de enunciación) y un hecho noticioso -siempre el mismo- (visto como objeto de enunciación). Este será entonces un ejercicio dialógico pues recordemos que la posibilidad del diálogo está dada por los turnos en los que nos asumimos como interlocutores.
Diana Marenco


(Para quienes quieran consultar el archivo, está hasta abajo de la página)

jueves, 27 de mayo de 2010

Todo discurso tiene un sentido

María José Martínez Herrera

ESTO. Semana cuatro.

Si algo brilló esta semana fue la columna de Jorge Romero, La vida en sepia, pero por su ingenuidad. Defiende a viva voz al joven árbitro mexicano, José Alfredo Peñalosa, el cual, tras supuestamente haber favorecido al América ante el Tecos Estudiantes, fue calificado de inepto, vendido e ignorante. Lo interesante de la columna no es el hecho, sino el análisis que Romero construye a partir de algo tan cotidiano como un defecto en el arbitraje.

Acusa a los que tienen poder expresivo en mano, los califica de culpables de moldear la opinión pública a su antojo. Es la forma en cómo los papeles de malo, bueno, capaz e idiota, se modifican constantemente de acuerdo al tipo de discurso que se maneja en los medios de comunicación. Además advierte que si “ellos” critican, de seguro es porque “tienen sus propios demonios que han guardado toda su vida por uno o varios motivos personales”. Claro que eso es lo que le quieren hacer creer a Jorge Romero. Decir que los medios manejan un discurso carente de sentido, es redundantemente carente de sentido.

Los propósitos del discurso en general pueden ser varios, ya sea desde convencer (sea una mentira o verdad), difamar, impresionar, confundir… En el caso del árbitro Peñalosa fue sencillo: mucha gente odia al América, quizá porque está relacionado directamente con la empresa Televisa (televisora que genera controversia, ya que muchos se quejan de ésta, pero son espectadores fehacientes del canal de las estrellas), así que resulta sencillo cada vez que el América le atina al tiro de suerte y gana, que la opinión pública que le va al equipo contrario o que sólo aborrece a las águilas, sugiera y enjuicie a la tarea del árbitro.

Eso se entiende de la gente que sólo se dedica a ver el futbol, pero que Romero piense ingenuamente que los medios no dicen sus verdades por miedo a lo que dirá la gente… eso sí es de miedo.

“Que existe una marcada animadversión de medios de comunicación, de clubes, de entrenadores y de los jugadores hacia los jueces, porque cada quien tiene su propia manera de interpretar los reglamentos, también lo es”. Y no, no cada quien tiene su particular forma de interpretar los reglamentos; es como cuando los medios lanzan la nota o el juicio y la gente lo cree, sólo hay una repetición del discurso mediático por parte de la opinión pública. No te engañes Romero, no todos interpretan el reglamento a su antojo, así nos hicieron desde niños, diseñados para escuchar y ver lo que se tiene que escuchar y ver. Afortunados los que llegan a la etapa del “decir”, no son muchos los que emiten un mensaje argumentado, comprobables y analítico. Los demás son juicios cascarón.

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